Se busca al hombre del bigote perfecto

Se busca al hombre del bigote perfecto

Hábil metodología de subversión para enfrentar ocupación militar de EUA

El 15 de junio de 1924 desde San Pedro de Macorís, en la portada de la revista Fémina se leía el titular: «Por la estética masculina», firmado por su jefa de redacción, Consuelo Montalvo de Frías.

¡Sí! Previo a fundar la Liga Feminista Dominicana (en 1925), las amas de casa -como Consuelo-, maestras normales y periodistas organizaron en este país ocupado por tropas estadounidenses un concurso para que los hombres lucieran sus bigotes… perfectos.

Leer este artículo, en el contexto editorial de una «revista galante y de intereses generales» y «de literatura, ciencias y artes consagrada a la mujer» de acuerdo a sus lemas comerciales, agrega un toque superfluo que puede provocar el desentendimiento hacia la AGENCIA feminista y del ágora sufragista que impulsó derechos civiles y políticos de las féminas en la República Dominicana.

Y, precisamente, esta era una estrategia discursiva para que la publicación pasara desapercibida y lograra una causa mayor: el sufragio de las mujeres.

Pues bien, llamar a los hombres a lucir su bigote, fue una metodología de subversión frontal asumida por nuestras pioneras durante 17 años de publicaciones, puesto que con esta acción de rescate a la estética enfrentan al orden militar impuesto por la intervención estadounidense en la República Dominicana, que ordenó a todos los hombres a rasurar el bozo para poder reconocerles y, además, contrarrestar la simbología de los sublevados «Gavilleros del Este».

“Es nuestro concurso, una como protesta, que formulamos al externar de modo tan notable nuestro concepto acerca de lo que se relacione con suprimir algo de nuestro simpático dominicanismo y especialmente del bigote (…) Hemos creído acertado organizar un concurso de bigotes perfectos, para ver cómo hacemos desaparecer esta moda antipatriótica; por haber sido introducida en nuestro país por la ocupación norteamericana”, escribe Montalvo de Frías.

Junto al artículo de portada, también se difundieron las “Bases y condiciones del concurso de bigotes perfectos sustentado por la revista Fémina”, en la cual se indica que el certamen se extendería hasta el cinco de octubre de 1924. La participación contribuiría a recaudar fondos y para esto se imprimieron 5,000 cupones, cada uno válido por 25 votos, y con un costo de 5 centavos.

Es loable, por igual, mencionar que el Comité de Jurado lo integraban mujeres diversas, con ocupaciones que, como la composición editorial de Fémina, iban desde el hogar hasta las aulas: Celina de González, Pilinga Pellerano, Teté Mallén, Fellita Escoto y Enriqueta Escoto.

Llegado el 15 de octubre de 1924 se anunció al ganador: Ricardo Limardo (Bubú), senador de la provincia Isabel de Torres, con 14,275 votos (todos sufragados en secreto por mujeres y correspondiente a 571 cupones); en segundo lugar quedó Tomás González, quien obtuvo 12,125 votos (es decir, fue mencionado en 485 cupones). Y, en tercer lugar, Pedro Saleme, con 9,600 votos para 384 cupones.

Es decir, de acuerdo a las bases del concurso, que señalaban que cada cupón correspondía a 25 votos, un aproximado de 1,440 mujeres ejercieron su derecho.

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