Se busca un culpable.- Con tanta gente investigando la muerte de once niños, el pasado fin de semana, en el hospital infantil Robert Reid Cabral, no es de sorprender que se pisen los callos unos a otros. O peor todavía; que en las prisas por echarle tierra y olvido a ese episodio tan triste y penoso sancochen la investigación. Aunque, a decir verdad, lo que la historia reciente nos cuenta sobre las comisiones investigadoras explicaría esa clase de resultados, pues al fin y al cabo el propósito para el cual han sido creadas ha sido siempre no investigar nada ni sancionar a nadie. ¿Será diferente en esta oportunidad? Eso está por verse. Mientras tanto hay que decir que tanta aparatosidad (cuatro comisiones investigadoras y 27 funcionarios involucrados, entre los que figuran el jefe de la Policía, el Procurador General, el director del DNI, varios fiscales adjuntos y quince diputados) podría resultar contraproducente, pues acrecienta en la población las expectativas de que habrá una “sanción ejemplar” para los responsables, cuando la realidad es que resultará muy difícil endosarle esas muertes a alguien en particular. Claro está, siempre puede buscarse un chivo expiatorio, o hacer rodar unas cuantas cabezas para apaciguar la indignación pública. Pero como nos recordó ayer el Colegio Médico, el Robert Reid llegó al estado vergonzoso en el que se encuentra a causa de los pocos recursos que recibe, por lo que no habría que dar muchas vueltas, ni formar tantas comisiones, para hallar al culpable. La pregunta del millón de dólares es: ¿quién va a sentar al gobierno en el banquillo de los acusados?