La auditoría ordenada por la ministra de Salud, la doctora Altagracia Guzmán Marcelino, a la nómina de esa cartera ha permitido identificar a 1,373 médicos, enfermeras y personal administrativo que cobraban sin rendir una labor, incluidos mas de cincuenta fallecidos. La funcionaria explicó que esos empleados (es un decir) tendrán que cobrar el mes de enero personalmente, cara a cara, y si resulta que no pueden justificar su sueldo serán desvinculados del sistema de inmediato. Pero también informó que prohibió los viajes de funcionarios pagados por la institución, así como las compras que no sean autorizadas por un nuevo organismo creado para esos fines. “Nadie podrá comprar ni un alfiler, si no está autorizado por la Dirección de Control y Fiscalización que está adscrita al despacho”. Durante su reciente comparecencia al Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio la doctora Guzmán Marcelino aclaró que, debido a que llegó a ese ministerio a mitad de período, se concentrará en acciones puntuales que permitan dejar el “el tren encarrilado”. Esta semana, en un conversatorio con periodistas, la funcionaria volvió sobre el tema, citando entre esas acciones puntuales el saneamiento de la nómina, la sincerización de los recursos presupuestarios y la creación del comité de compras y contrataciones, a lo que hay que sumar la entrada en vigencia del Modelo de Atención Primaria en tres regionales. Deseémosle suerte, siempre tan necesaria, a la doctora Guzmán Marcelino, para que pueda llevar a feliz término las metas que se ha trazado. Y aunque sea pedir demasiado, roguemos también para que, en lo que se refiere a sacar de la nómina a todo el que no rinda una labor, léase las botellas, encuentre imitadores que se animen a seguir su ejemplo.