Los ánimos siguen caldeados entre los diputados de las dos facciones que se disputan la dirección del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Mientras los legisladores que siguen a Hipólito Mejía aseguran que asistirán nuevamente a la próxima convocatoria que se realice del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), los del grupo de Miguel Vargas Maldonado sostienen que los responsables del desorden ocurrido el pasado domingo serán sometidos a la justicia, porque se trató de una trama para asesinar a su líder, a Julio Maríñez y a Rafael (Fiquito) Vásquez.
Esa gente se estaba organizando para irrumpir, provocar y tratar de matar, en ese escenario, al presidente de nuestra institución, afirmó el diputado Ruddy González, el vocero del bloque de diputados del PRD al referirse a la facción del expresidente Hipólito Mejía.
El diputado por la provincia de Azua afirmó que en los próximos días la Policía Nacional entregará a Miguel Vargas Maldonado la Casa Nacional de la organización, en su calidad de presidente.
Ya en los próximos días vamos a tener la casa nuevamente; lo único que se nos ha pedido es una certificación de la Junta Central Electoral (JCE) en la que se haga constar que el inmueble debe entregarse al presidente de la entidad política, precisó.
Sin embargo, el diputado Julio Encarnación (seguidor de Hipólito) sostuvo que el local debe ser entregado a una comisión de mediación, porque eso fue lo que se acordó con el jefe de la Policía Nacional, general José Armando Polanco Gómez, y las autoridades de Interior y Policía.
La gente de Hipólito lo que pedimos es convención. Lo sucedido el domingo fue producto de la actitud dictatorial de Miguel, insistió el diputado por la provincia de Santo Domingo.