Se conoció la dieta de los neandertales siberianos, incluía plantas y animales

Se conoció la dieta de los neandertales siberianos, incluía plantas y animales

El análisis de los huesos neandertales y de los cálculos dentales arrojó luz sobre su ecología dietética.

Sorpresa científica

Se conoció la dieta de los neandertales siberianos hace 60.000 años: incluía plantas y animales

La dieta de los neandertales siberianos incluía plantas y animales, según una investigación internacional que lidera la Universidad de la ciudad española de Valencia (UV).    

Los neandertales, antecedentes extintos de los humanos modernos, ocuparon Eurasia occidental antes de desaparecer y, aunque se creía que se extendían hasta el actual Uzbekistán, en los últimos años se ha descubierto que llegaron 2.000 kilómetros más al este, hasta las montañas de Altai, en Siberia.
 

Un equipo de España, Alemania, Canadá, Holanda y Rusia -encabezado por el médico e historiador Domingo Carlos Salazar, de la UV- publica hoy en la revista Journal of Human Evolution el primer intento de documentar la dieta de un neandertal mediante una combinación única de análisis de isótopos estables e identificación de microrrestos vegetales de un individuo.  

El análisis de los huesos neandertales y de los cálculos dentales de Siberia arroja luz sobre su ecología dietética, en el límite oriental de su expansión.
 Se trata de una región muy dinámica donde los neandertales también interactuaban con sus enigmáticos primos asiáticos, los denisovanos.
 

El trabajo se refiere tanto a Siberia occidental, donde hay estudios que explican que los humanos modernos respondieron con alta movilidad, como a la parte oriental, donde faltan trabajos que analicen el comportamiento y subsistencia de los neandertales, quienes habitaron esta estepa forestal siberiana, que es más árida y fría que la occidental.
 El equipo internacional de investigación tomó muestras óseas y cálculos dentales de restos neandertales fechados entre hace 60.000 y 50.000 años del yacimiento de Chagyrskaya, en las montañas de Altai en el sur de Siberia, ubicado a solo 100 kilómetros de la cueva Denisova.
 

Los análisis de los isótopos estables de carbono y nitrógeno de una mandíbula (Chagyrskaya 6) revelaron que este individuo tenía un nivel trófico relativamente alto en comparación con la red alimentaria local, lo que indica que consumía gran cantidad de proteína animal de la caza de animales grandes y medianos.
 

Mediante microscopía óptica, los investigadores identificaron un conjunto diverso de partículas de plantas preservadas en el cálculo dental del mismo individuo, así como de otros del yacimiento.
 

Estos microrrestos vegetales indican que los habitantes de Chagyrskaya también consumieron varias plantas diferentes, según fuentes de la UV, que indican que estos resultados pueden ayudar a responder a un enigma de larga tradición sobre los neandertales de Altai.  

La región era lo suficientemente tentadora como para que los neandertales colonizaran el área al menos dos veces, pero los datos genéticos indican que apenas aguantaban y vivían solo en pequeños grupos que estaban constantemente en riesgo de extinción.
 “Incluso en entornos climáticos adversos, los neandertales eran capaces de tener una dieta variada”, señala Salazar, quien apunta que “fue realmente sorprendente que estos neandertales orientales tuvieran patrones de subsistencia muy similares a los de Eurasia occidental».  

Esto “demuestra la alta adaptabilidad de nuestros primos y, por lo tanto, sugiere que su ecología dietética probablemente no fue una desventaja al competir con humanos anatómicamente modernos”, afirma.  

Estos microrrestos proporcionan indicaciones de que, incluso cuando los neandertales se expandieron a la vasta y fría estepa forestal de Asia Central, conservaron patrones de uso de plantas que podrían haberse desarrollado en Eurasia occidental, ha indicado Robert Power, investigador del alemán Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva.  

Según Bence Viola, profesor adjunto del Departamento de Antropología de la Universidad de Toronto (Canadá), un mayor conocimiento de la ecología dietética de los neandertales “es la clave para comprender mejor por qué desaparecieron y cómo interactuaron con otras poblaciones con las que coexistieron, como los denisovanos».