POR CARLOS NINA GóMEZ
Seis de abril de 1987. Escenario: Las Vegas, estado de Nevada (Estados Unidos de Norteamérica.) Protagonistas: Sugar Ray Leonard y Marvin Hagler, estelares boxeadores estadounidenses quienes, en una batalla campal, disputaron la faja del peso mediano (160 libras) avalada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). ¿Ganador?.

Ya se van a cumplir 18 años de aquel histórico combate que ha sido uno de los más publicitados por todos los medios de comunicación de E.E.U.U…y de los países de América Latina y parte de Europa.

República Dominicana, con sus periódicos, revistas, noticiarios de radio y televisión no se quedó atrás en aquella ruidosa publicidad.

Porque, recuerdan observadores deportivos, en este país caribeño hasta encendidos debates hubo en la televisión, la radio y en los diarios concernientes al millonario match de puños enguantados.

En la víspera del combate, incluso, la prensa local buscó opiniones diversas…opiniones no sólo de expertos, sino, también, de dirigentes políticos, artistas y gente del segmento humorístico completamente neófita en cuestiones deportivas.

Y cada quien, para estar en la «moda», externó su opinión respecto a quién debía ganar la pelea la cual marcaba el regreso de Leonard quien había estado retirado (¿?) del boxeo durante cinco largos años.

LA PELEA

Una semana antes de llevarse a cabo esta pelea, Hagler-Leonard, las expectativas fueron las más encendidas.

Los análisis fueron muchos…y los periódicos importantizaron este match a tal extremo que los editores deportivos pasaron a un segundo lugar al deporte por excelencia en República Dominicana: El béisbol.

La temporada de Grandes Ligas, siempre con la presencia de decenas de jugadores dominicanos -y para la época con un George Bell en su mejor momento (él ganó, precisamente el premio al Jugador más Valioso de la Liga Americana en ese año, 1987) – dejó campo abierto a la batalla Leonard-Hagler.

Leonard, tras su ida de las 16 cuerdas por tanto tiempo, estaba obligado a presentarse con lo que se había vendido en los primeros años de la década de los 80: Como una súper estrella.

La mayoría de los expertos de Estados Unidos, en sus análisis, pronosticó una cómoda» victoria de Hagler quien toda su vida había sido un mediano natural y prácticamente invencible.

El estelar púgil estadoundiense -de guardia zurda, pero que también podía trabajar bien con una guardia a la derecha- iba en busca de su defensa número 14 en las 160 libras para de esa forma por lo menos igualar la marca del legendario argentino Carlos Monzón quien durante muchos años se había mantenido como el mejor defensor de ese peso con un total de 14 defensas corridas y positivas.

Este periodista, sin hacerles caso a las autorizadas opiniones de respetados analistas estadounidenses, escribió -en una serie de siete artículos, escritos para el diario Ultima Hora- llegó a la conclusión de que Sugar Ray Leonard, por su mejor técnica, más rapidez de manos y piernas y teniendo a su favor un cuadrilátero de 24 pulgadas que le permitía ser escurridizo y evadir la recia ofensiva de Hagler, debía ser el ganador…¡como en efecto ocurrió!.

Leonard salió victorioso por decisión dividida en 12 asaltos. Aunque hubo agrias protestas de los parciales del calvo Hagler, las cifras -publicadas por el sistema de computación al término del pleito- fueron claras a favor del retador al cetro mediano del CMB.

El trabajo (técnico y de animación) del experimentado entrenador Angelo Dundee en la esquina de Leonard, según expertos, jugó un papel de primer orden en beneficio del carismáticos pugilista estadounidense que, al finalizar su exitosa carrera, concluyó con la ganancia de cinco coronas mundiales en otras tantas divisiones.

LA HUIDA DE HAGLER

Marvin Hagler, apenas horas de sufrir su amarga derrota ante Leonard, anunció -sin hacer mucha bulla- su abandono de los cuadriláteros.

Nunca ofreció una convincente explicación de su retiro del boxeo…a casi 18 años de aquel anuncio, todavía se está a la espera de que su voz se deje escuchar, con la debida claridad, respecto a su huida.

Hagler, tras sus resonantes victorias -entre las que figuran las obtenidas frente a Thomas Hearns, Roberto Durán y John «La Bestia» Mugabi-, llegó a ser considerado como el más sólido boxeador de la época.

Al colgar los guantes, después de caer ante Leonard, el mundo del boxeo quedó absorto…y muchos especialistas no aceptaban que un atleta con todo su estrellato justificara aquel inesperado retiro.

Cuando Hagler dejó los ensogados, el boxeo recibió un duro golpe. Es más, afirman especialistas, el boxeo recibió un ¡fulminante nocaut!.

Paradoja: Marvin Hagler, de ser una súper estrella del boxeo pasó a ser un gran mediocre actor de cine.

Sí, porque, poco más de un año después de su huida de las cuerdas, Hagler se «enganchó» a actor de cine.

En el cine fue un total fracaso. Tan fracasado que en el llamado Séptimo Arte, Hagler duró menos que una cucaracha en un gallinero, como suele decirse por los predios quisqueyanos. Con su retiro, puntualizan expertos, el negocio del boxeo internacional perdió mucho más que el propio Marvn Hagler.

Porque esa secuela todavía el boxeo la está sintiendo en sus más hondas entrañas…¡especialmente por toda la mediocridad que hoy medra en el pugilismo de paga!.