¿Se desintegra el país?

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 El territorio es el contenedor de personas y recursos. Sobre el territorio se construye el espacio, es decir las dinámicas y relaciones sociales, económicas e institucionales que determinan las oportunidades que las personas tienen en un determinado territorio. El espacio es una construcción social que refleja las fuerzas sociales, las políticas públicas, la organización y prioridades productivas, entre otros factores. Si el espacio es una construcción social es modificable. El desarrollo tiene una dimensión espacial importante, debido a que son las personas quienes se desarrollan y estas residen en lugares concretos donde encuentran las oportunidades y se construyen sus capacidades a lo largo de la vida.

Frente a la ausencia de oportunidades las personas pueden emigrar y parte del territorio se puede despoblar. Pero la idea del desarrollo es que todo el territorio nacional converja hacia mejores niveles de vida y las diferencias interprovinciales se reduzcan.

Cuando las diferencias interprovinciales crecen el territorio se fragmenta y las distancias se acrecientan. No se trata de distancias en kilómetros sino en distancias sociales y de falta de oportunidades, que al aumentar destruyen la cohesión social y territorial, generando desencanto en la población.

 La idea intuitiva de la convergencia interprovincial es la distancia media de todas las provincias con respecto al valor nacional, medido en el tiempo. Si esta distancia media disminuye hay convergencia y si aumenta hay divergencia.

Que indican los datos. Un ejercicio sencillo comparando algunos indicadores del Censo 2002 y 2010 muestran dos tendencias: la primera, es que los niveles de privación tienden a disminuir en el tiempo pero las diferencias interprovinciales crecen. Es decir, el indicador mejora pero hay divergencia interprovincial.

Segundo, el indicador empeora y la diferencia interprovincial crece. En ambos casos el territorio se fragmenta.

Por ejemplo, la vivienda que no tiene cocina o la tiene fuera se redujo de un 28% de los hogares a un 20% pero la divergencia interprovincial es 1.44 veces superior en 2010 que en 2002.

Los hogares que recibe agua del acueducto (dentro o fuera de los hogares) bajó de un 79% a un 77% y la distancia interprovincial disminuyó ligeramente (0.96 veces) entre 2002 y 2010.

Los jefes de hogar que no habían cursado ningún curso aumentó de un 16% a un 17% y la dispersión apenas varió (1.03 veces comparado 2002 con 2010). Los jefes de hogar que había completado el 8vo. y más aumentó de 35% de los hogares a 41% pero la divergencia aumentó 1.23 veces.

Aunque hay que hacer un estudio más detallado, es evidente la tendencia a la fragmentación del territorio entre 2002 y 2010. Las brechas entre las provincias

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