El presidente de la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología, doctor Milcíades Albert Fiorinelli, desligó ayer a esa entidad de las investigaciones, conclusiones y decisiones que adoptó el Ministerio de Salud Pública para cancelar a los ginecólogos que actuaron en la asistencia de Verónica del Carmen Hernández, una madre de 22 años que falleció en el hospital Materno Infantil de Villa Mella, hace una semana.
El galeno declaró a este diario que aunque estuvo presente en la rueda de prensa en que se dio a conocer la cancelación del director del hospital, Ricardo Wagner, y de los doctores Miguel Ángel Cáceres y Carmen Fortuna, la Sociedad de Obstetricia y Ginecología no participó en el análisis realizado con relación a la muerte de la joven, ni hizo ninguna recomendación al respecto.
En tal sentido, manifestó su preocupación porque a partir de ese hecho, el Ministerio de Salud Pública, cumpliendo con su rol de empleador, ha actuado al mismo tiempo en calidad de tribunal para atribuir responsabilidades en el fallecimiento que competen a la acción legal.
Aunque dijo estar de acuerdo en que es necesario mejorar la calidad de la atención hospitalaria en sentido general, consideró que este caso puede sentar un precedente que traiga serias consecuencias en la clase médica.
La clave
1. Advertencia
El especialista advirtió que la decisión de Salud Pública en el caso de los médicos puede incidir en el abandono de la especialidad de la obstetricia, aumento en la deshumanización del servicio y el incremento en el número de nacimiento por cesárea, entre otras. Nosotros en este caso no hemos tenido que ver con la decisión tomada y pido que se tenga el cuidado para que cada quien ejecute sus roles.