¿Se desvanece la turbulencia?

¿Se desvanece la turbulencia?

Firmado el nuevo Acuerdo Stand By con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la próxima meta de las autoridades monetarias y gubernamentales consisten en restaurar el desequilibrio macroeconómico perdido tras la crisis provocada por el choque externo de la economía desde fines del 2001 y por la bancaria de principios del pasado año.

Pero esos esfuerzos ahora tienen un piso y un techo. El piso consiste en enderezar las políticas del flujo de divisas al país mediante el acuerdo y al mismo tiempo poner en práctica las políticas de restricciones al gasto público para lograr la estabilización y cambiaria.

Este piso debe de conducir a un propósito, que busca situar el precio del dólar entre un mínimo de RD$35 y un RD$40 por dólar. Para el secretario de Finanzas, Rafael Calderón, el cumplimiento de hecho de estas políticas tendrían efectos más propiciatorios para la estabilidad económica.

Esto se debe a que no siempre las cifras del FMI son optimistas, pues muchas veces se asumen los escenarios más frágiles para tratar de que el margen en las prroyecciones coincida lo más con la realidad.

A ello se debe el hecho de que el Fondo había previsto un decrecimiento de -3% del Producto Bruto Interno para todo el año 2003, pero que sólo fue de un -1.3%, según indica el último Informe de la Economía Dominicana Enero-septiembre 2003 del Banco Central, lo cual evidencia un desenvolvimiento menos desfavorable de lo esperado por las agencias internacionales.

Fueron estas las ponderaciones que indujeron al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a desembolsar US$150 millones y completar otra asignación por US$50.0 millones del préstamo sectorial social de US$200 millones.

El Fondo Monetario procedió al desembolso de US$66 millones, tras la firma del acuerdo, anticipo de un total de US$618 millones que están programados entrar al Banco Central para el apoyo de las reservas monetarias internacionales a ser entregados en 24 meses a razón de US$25.7 millones en promedio mensuales.

Para este año, el Fondo entregará US$200 millones de lo convenido, según la programación de que disponen el Banco Central.

A esto obedece el compromiso del Banco Mundial de agenciar a más tardar a marzo de este año US$100 millones del préstamos sectorial eléctrico, de los cuales US$20 millones serán destinados a un programa de impacto social, de acuerdo a otro informe del Departamento de Estudios Económicos de la Secretaría de Finanzas.

[b]AL CLUB DE PARÍS[/b]

Según el calendario de ingresos ordinarios programados entre el Banco Central y el gobierno con las agencias internacionales, en adición a los US$800 que en forma regular tienen programado inyectar a la economía, se procederá de inmediato a la reprogramación de la deuda externa con el Club de París.

Dicha renegociación implicaba como condición imprescindible, firmar previamente con el Fondo Monetario, por lo cual el propio organismo multilateral procedió a solicitar a los acreedores bilaterales de República Dominicana una ronda de negociación para posponer el pago de US$400 millones que el país debe pagar para este año 2004.

«Este alivio-resalta el secretario de Finanzas Rafael Calderón-, implica que el país dejará de buscar todos esos dólares en el mercado, lo cual nos quitará presiones cambiarias y permitirá usar esos recursos en otros programas gubernamentales.

«De aquí que se ha programado un tope no mayor de RD$40 por dólar para la cotización del dólar en este año, aunque consideramos que puede ser mucho menor, si observamos el efecto que tendrá el conjunto de medidas en la economía del país».

Un análisis efectuado por el Departamento de Estudios Económicos que dirige el economista y consultor Jeffrey Lizardo de Finanzas destaca que entre los efectos previstos que tendría un acuerdo con el FMI «y de obvservarse la programación convenida, implica mayores efectos para la estabilización cambiaria si se considera que la estabilidad podría atraer recursos frescos a la economía.

Cita la programación de US$250 millones que entrarán al país para cubrir el proyecto de la Autopista Turística El Coral en la región Este del país, como parte de un escenario en que el flujo de la inversión extranjera se destina e proyectos sostenibles y de gran impacto económico.

Igualmente, señala, se han ponderado los efectos agregados que tendrán las políticas restrictivas del gasto que deberá observar el gobierno y de restricciones al circulante a la que está obligado observar el Banco Central para disminuir el déficit cuasi fiscal resultante de los pagos a los ahorrantes afectados por la crisis bancaria.

El comportamiento general de sectores importantes de la economía, como el turismo y las zonas francas también parece positivo, ya que las zonas francas han retomado una importante dinámica con un crecimiento del 4.7% a septiembre del 2003, mientras que el turismo creció en un 21.7% al finalizar el tercer trimestre del año anterior.

«También influirá -según sostiene el citado informe-, el programa de ventas de activos emprendida por el Banco Central de la República Dominicana, correspondiente a bienes y activos ubicados en las áreas de turismo, propiedades de bancos ya intervenidos y otras propiedades».

De lograrse estos resultados, señala, la economía presenta un perfil más favorable en comparación a la situación que originó la crisis y sus efectos en el transcurso del año pasado.

En sentido general, la economía dominicana ha estado siguiendo el curso del resto de las economías de la región que se han visto afectadas por el choque externo que constriñó las actividades productivas desde el 2001.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que esa situación en el país fue agravada por los altos precios del petróleo en los países no productores como República Dominicana y ante la consecuente caída del turismo y las zonas francas, con los resultados desfavorables para su sector externo.

«República Dominicana atraviesa una etapa difícil, con depreciación cambiaria y aceleración de la inflación», sostiene la Cepal en su último reporte económico de la región al 2003.

Añade que «se estima que la inflación se triplicará este año y bordeará el 30%».

No obstante, resalta que en caso de emprenderse con rapidez el proceso de ajuste, «es posible que se logre controlar la inflación cambiaria y desacelerar la inflación mensual hacia fines del año».

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