Se deteriora la autopista Duarte

Se deteriora la autopista Duarte

POR ANTONIO GIL
PIEDRA BLANCA, Bonao.- El pavimento de la autopista Duarte, en amplios tramos, tiene enormes agujeros que sorprenden a los conductores y son causa frecuente de choques y vuelcos, porque aparecen a la vista luego de largos tramos de vía en buen estado, mientras que en otros lugares la capa asfáltica está, además de agujereada, llena de grietas.

Uno de los tramos que en peor estado se encuentra está entre La Cumbre y Piedra Blanca en la ruta de Santo Domingo a Santiago.

En los desagües centrales, donde hay enormes canales encachados en concreto, la yerba crece más de dos metros de altura, lo mismo que junto a los paseos laterales, donde los canales de drenaje están casi totalmente cegados por los matojos. En algunos tramos la yerba es tan alta que cubren los letreros de las señales.

El deterioro se comenzó a hacer más notorio luego que se suspendió el mantenimiento regular que se le daba a la vía cuando la secretaría de Obras Públicas anunció a finales del pasado año que se destinarían RD$10,000 millones para reconstruir toda la autopista entre Santo Domingo y Santiago.

El pavimento de hormigón asfáltico caliente tiene un espesor entre ocho y diez pulgadas. Fue colocado para resistir los pesados camiones actuales, explicaron los constructores. El pavimento se colocó en capas de dos pulgadas, una sobre otra, hasta completar el grueso total.

Al comenzar el deterioro, la primera y más superficial de esas capas se cuartea en muchos lugares pero como no se repara, cuando llegan las lluvias se levanta y se forman los agujeros. Como no se repara la primera capa los agujeros se profundizan porque también se deterioran las capas inferiores.

En la mayor parte de los tramos las primera y la segunda capas superficiales han sido destruidas, pero en algunos lugares tienen hasta ocho pulgadas de profundidad.

Cuando los conductores son sorprendidos con estos enormes agujeros, por lo regular tratan de evadirlos, pero a la velocidad de cien kilómetros por hora, permitida en esa carretera, el movimiento es brusco y ha llegado a producir choques con vehículos que transitan en la misma dirección y vuelcos.

En otros casos, sobre todo vehículos con neumáticos de pequeño diámetro, estos agujeros producen daños y deterioro importante a las partes mecánicas.

Los grandes camiones con neumáticos de gran diámetro y mucho peso, cuando caen en estos agujeros desprenden mucho más del pavimento en los bordes y agrandan los hoyos.

En algunos tramos se comenzaron hace meses reparaciones pero luego se detuvieron, como se puede ver entre los kilómetros 38 y 40, cerca de Piedra Blanca y próximo Jima, donde está levantado parte del pavimento, sobre todo en los laterales y han quedado expuestos los materiales de la subbase. Estas reparaciones se comenzaron haciendo cortes de varios metros cuadrados en áreas en que se sacó totalmente el pavimento. Estos agujeros tienen profundidades de entre los dos y seis pulgadas de profundidad.

La arena de la subbase es causa frecuente de resbalones para los vehículos porque los conductores también son sorprendidos de encontrarse con estos trechos que hacen ladear o caer repentinamente los automóviles. Cuando los que conducen caen en esos agujeros por lo regular tratan de frenar, pero los vehículos, que van a velocidades superiores a los 80 kilómetros por hora, tienden a resbalar.

Además, gran parte de las barreras protectoras de los costados y las zonas centrales están deterioradas. En algunos casos las planchuelas que forman las barreras están en buen estado y únicamente les faltan los tornillos que los sujetan a los pequeños soportes metálicos o de concreto que están colocados a la orilla de la carretera.

En el canal central, sobre todo en el tramo que va desde Santiago a Bonao, se acumula basura y desperdicios de concreto.

La yerba y algunos árboles nacen en toda la vía, a ambos lados y en el canal central, en los intersticios entre las lozas de concreto y entre estas lozas y el pavimento de hormigón asfáltico.

Esta autopista se comenzó a construir al final de la dictadura de Rafael Trujillo y fue completada en el primer gobierno de Joaquín Balaguer de 1966.

Posteriormente, el presidente Balaguer comenzó su ampliación en 1978, pero las obras se interrumpieron y los planos modificados en la administración del presidente

Salvador Jorge Blanco y se le hizo una ampliación parcial, en algunos tramos.

Finalmente, tras reasumir el gobierno en 1986 el presidente Balaguer reinició la reconstrucción que fue completada en la primera administración del presidente Leonel Fernández en 1996. Al inaugurarse la vía se indicó que estaría en condiciones de ofrecer servicios por 20 años.

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