Hoy 
POR FIOR GIL
Un progresivo deterioro afecta las barandillas de metal del puente Juan Bosch, las cuales en su mayoría están oxidadas a causa del salitre y falta de mantenimiento, mientras en las aceras para peatones hay varios hoyos en la losa que comenzaron a ser tapadas, pero los trabajos fueron paralizados.
La estructura metálica colocada como muro para separar los carriles de la acera de peatones y los carriles para un tren en están destartalados al ser estropeados por el impacto de los vehículos.
Es evidente que la obra requiere de mantenimiento ya que ahora no contrasta con su gemelo puente Duarte que ha sido sometido a un proceso de rehabilitación que lo hace lucir prácticamente nuevo.
Reporteros de HOY que recorrieron el puente pudieron comprobar que todos los tubos metálicos de la barandilla de la acera norte están corroídos por el oxido al extremo de que más de una decena han desaparecido, dejando el hueco.
Pero además abunda la maleza y los contenes tienen acumulados desperdicios lo cual da la impresión de falta de limpieza y de ornato en una obra que fue puesta en servicio en diciembre del 2001, y que da la impresión de ser vieja.
Recientemente el secretario de Obras Públicas, ingeniero Freddy Pérez se refirió a la necesidad de rescatar la cultura de dar mantenimiento a las obras públicas y establecer un programa especial que obligue a ofrecer ese servicio más allá de una administración, a fin de evitar que infraestructuras viales de importancia caigan en etapa de deterioro que luego requieran cuantiosas inversiones en rehabilitación.
Citó el caso de la Autopista Duarte que en varios años no recibió atenciones y ahora está siendo sometida a un proceso de acondicionamiento por el deterioro acusado a la vía en varios tramos.
FICHA TECNICA
El puente profesor Juan Bosch, construido sobre el río Ozama paralelo al Juan Pablo Duarte, con una inversión de RD$618.7 millones, con tecnología de punta para una capacidad de soportar el flujo de 180 mil vehículos diariamente.
Consta de cuatro carriles para automóviles, dos para un tren metropolitano, aceras para peatones y espacio para iluminación. Es la primera obra de esa categoría, en el área del Caribe, construida bajo el sistema de cables atirantados, con una luz central de 180 metros y una longitud de 648 metros y 33.50 metros de ancho. En la obra se colocaron 34 mil metros cúbicos de hormigón, 4,350 kilogramos de acero corrugado, 332 mil kilogramos de acero pretensado y 442 mil kilogramos de acero para tirantes.
