Carlos Collazo, una mujer de 37 años, residente en Delaware, se dirigía al hospital por un dolor estomacal y sorpresivamente comenzó a dar a luz en el baño de su vivienda, sin nunca haber sospechado que se encontraba embarazada.
La mujer le dijo a su cuñada, Alexandra Santos que la acompañara al hospital ya que tenía un fuerte dolor de estómago y de espalda, sin embargo antes pasó al baño y para su sorpresa comenzó a dar a luz.
La cuñada de Carlo posteó las imágenes en Facebook y relató el extraordinario momento que tomó desprevenidas a las dos mujeres, principalmente a la madre ya que varios médicos le habían dicho que nunca podría tener hijos debido a que tenía síndrome de ovario poliquístico.
Alexandra explicó que escuchó los gritos de dolor y ayuda de Carlo mientras estaba en el baño por lo que de inmediato se dirigió a socorrerla, cuando entró ella estaba dando a luz y alcanzó a tomar a la bebé con una mano y con la otra sostuvo la placenta, en medio de un charco de sangre.
«Todo sucedió tan rápido, la bebé salió rápido de su cuerpo y de repente tenía una placenta en la mano y una bebé en la otra. Ella se estaba volviendo loca. Le dije ‘tenemos un bebé, hay que salvarla»‘, relató Santos a Fox24.
Santos llamó a emergencias y un asesor telefónico le dio indicaciones de cómo manejar la situación y le aconsejó que atara una cinta alrededor de la placenta.
«Ella era tan preciosa. Ella me miraba y yo la miraba a los ojos» , dijo Santos.
«Había intentado ser madre durante años y no salió nada, así que ya tenía 37 años me di por vencida, pero ahora pasó lo pasó», dijo Carla Collazo a Joyce Evans de FOX 29.
Collazo contó que se está recuperando y ya se siente mejor, sin embargo que todavía estaba «en estado de shock», dijo la nueva madre al portal DelawareOnline.
No tenía sospechas de su gestación, a pesar de que lo deseaba se hizo pruebas de embarazo en varias ocasiones, incluso tres semanas antes de dar a luz y todas salieron negativas.
Padeció algunos síntomas como tobillos hinchados, pero no era inusual debido a que se ponía de pie mucho en el trabajo y tampoco aumentó de peso o notó algún otro cambio que se lo indicara.
La bebé fue prematura, sin embargo en buenas condiciones de salud y fue llevada al Hospital Christiano en Delaware, donde se mantiene en una incubadora.
Carlo llamó a su bebé, Amoura Rose y considera que fue un milagro. «Lloré y supliqué tanto por mucho tiempo que llegara este momento y finalmente se logró, aunque de forma sorpresiva».