En Estados Unidos un Ford Focus contabiliza como un «auto pequeño», y en este año la categoría de autos pequeños está dando unos resultados sorprendentes en ventas. Hasta el mes de septiembre, los autos del segmento compacto hacia abajo han captado el 19,3% del mercado total automovilístico en EE.UU.

Esto supone un crecimiento del 50% respecto al ejercicio anterior. Dicen los analistas que la gente ha dejado de ver al auto pequeño como una solución cuándo no se pueden comprar otra cosa, para pasar a valorarlo por sus propias características. Parece que ahora hay un sector de la población que ha dejado atrás el mito de «caballo grande, ande o no ande», apoyados por dos hechos.

Por un lado está el encarecimiento del combustible, que anima a la gente a comprar autos más económicos y que gasten menos. Y por otro se encuentra la continua mejora de los productos clasificados como compactos o sub-compactos. Y es que los autos más pequeños ya no son sinónimo de bajo equipamiento o baja calidad. La igualdad en sistemas como navegación, airbag, ayudas a la conducción… o el simple hecho de lo «chic» que está resultando el Fiat 500, ayudan a convencer a una población que hasta hace poco querían enormes SUV a mudarse hacia los más prácticos autos pequeños.

Si las cosas siguen a este ritmo, el 2012 cerrará como el año con más ventas de autos «pequeños» en EE.UU.