Actualmente las religiones atraviesan por crisis preocupantes. Veamos: En Europa el Papa hizo una gira tratando de levantar los valores espirituales, éticos y morales. Pero se encontró con una juventud y una sociedad que abiertamente lo rechazan.

Las encuestas sobre los resultados de su visita son alarmantes. -Es en esta misma Europa, el otrora continente evangelizador y cuna de la reforma protestante, donde hoy están cerrando las iglesias y, en su lugar, están abriendo discotecas y centros de diversiones. A esto se suma el hecho de que las leyes son cada vez más duras contra la propaganda religiosa a nivel público y dentro de las instituciones estatales. -En Estados Unidos una organización social está invirtiendo recursos en los medios de comunicación llamado a la población a rechazar los principios y valores contenidos en la Biblia y en el Corán. El llamado se hace bajo el pretexto de que estos libros sagrados lo único que hacen es enarbolar-según ellos- la violencia y la discriminación entre los seres humanos. Esta campaña llega en momentos cuando los norteamericanos se sienten abrumados y confundidos por las constantes denuncias y admisiones públicas de líderes católicos marcados por la inclinación a la pedofilia y de pastores evangélicos de renombre declarándose como homosexuales. Esto está generando una falta de credibilidad que hoy afecta los recursos que con urgencias necesitan las entidades de fe para costear sus operaciones. -En América Latina se vive situaciones similares, con luchas de poderes a lo interno de las organizaciones religiosas y por el predominio religioso. Esto está generando crisis doctrinales y económicas.