POR TEOFILO ABREU
Se entregó ayer a las autoridades otro de los supuestos delincuentes buscados por la Policía Nacional, vinculado a una de las bandas acusadas de la muerte de dos personas en Azua, entre ellas el periodista Juan Andújar.

  En tanto, esa población sureña continuaba ayer agobiada por el temor y atizada por las amenazas de grupos de antisociales, de lanzar bombas, granadas y otros artefactos en oficinas públicas y hasta en el hospital Simón Striddels.

  Deivi Ramírez (El Cojo), vinculado a la banda «Los Sayayines», que junto a otros grupos han sembrado el terror en Azua, fue entregado por familiares en el destacamento policial del municipio de Peralta.

 Ramírez, tras los enfrentamientos con la Policía, en los cuales cayeron abatidos otros cuatro hombres, había escapado a la persecución policial, tras  internarse en una zona montañosa de Peralta.

  Ayer tarde fue llevado al destacamento de Peralta por su madre y otros familiares, cuyos nombres no fueron ofrecidos.

 Allí quedó detenido para ser entregado a una comisión de altos oficiales de la Policía que investiga los hechos de sangre.

 De acuerdo a la Policía, Ramírez (El Cojo) es peligroso, cuya banda «Los Sayayines», junto a otras denominadas «La 42» y «De Pura Sangre», han sembrado el pánico y el terror en los barrios de Azua y comunidades aledañas.

  En la víspera cayó abatido José Luis Tejeda Filpo, a manos de fuerzas regulares de la Policía Nacional, con lo que se elevó a cinco el número de hombres abatidos por agentes de esa institución.

  El martes también murieron en enfrentamientos con la Policía, Daniel Tejeda Filpo, Jairo Pujols, Leandro Enrique Ramírez Matos e Ismael Berroa.

  Ese mismo día fue asesinado de un disparo por los delincuentes el periodista Andújar y herido el también periodista Jorge Luis Sención, a quien se le imputó un brazo.

  En esos enfrentamientos resultaron heridos el segundo teniente Federico Mora y el cabo Leandro Beltré Méndez, así como la enfermera Fátima Méndez.

  Todavía ayer la población azuana vivía momentos de tensión y temor, mientras que las autoridades policiales continuaban buscando a los demás integrantes de las bandas, que se estiman en cien, a los cuales vincula con los hechos de sangre.

  En horas de la mañana, el hospital público fue evacuado casi por completo, ante las amenazas de los antisociales perseguidos, de que lanzarían granadas y otros artefactos contra el centro asistencial si no se detenía la persecución. En el centro de salud sólo quedó el médico José Reyes Méndez.

  También, los antisociales amenazaron con lanzar un artefacto explosivo contra el local del Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), que opera en esa población.

  Debido a esta situación, la Policía dispuso el envío de agentes especiales para montar vigilancia, tanto en el hospital como en el local de INFOTEP.

  En tanto, la comandancia de la Policía advirtió que no descansará hasta apresar a todos los vinculados a los actos criminales acaecidos en esa comunidad y que los enfrentará en el terreno que sea necesario.