Fue puesto en libertad anoche el ex dirigente izquierdista Manuel Méndez, quien se entregó en horas de la mañana para ser interrogado en torno a la agresión a tiros contra el comentarista Euri Cabral.

El general Simón Díaz, vocero de la Policía, dijo que personalmente llevó a Méndez a su residencia del sector María Auxiliadora, luego de que los investigadores lo dejaran en libertad.

Cuando Méndez llegó a la sede de la Policía en horas de la mañana dijo que se entregaba para que el caso sea esclarecido, porque no tuvo participación en ese hecho. Añadió que no sabe la causa de la persecución de la Policía en su contra, ya que no conoce a Cabral ni a la ingeniera Mildrian Salas Reyes, quien le acompañaba al momento de la agresión.

Méndez, uno de los fundadores de los desaparecidos Comités Revolucionarios Camilo Torres (Corecato),   fue entregado a la Policía por el presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, Virgilio Almánzar.

Dijo que la entrega se hizo para que no exista apresuramiento y se cometan acciones indebidas contra Méndez, a quien calificó como «mi hermano».

«Nunca lo he visto. No sé cuándo fue tiroteado, no sé la hora, cómo, ni dónde, porque yo no tengo esa práctica», sostuvo Méndez.

Según sus declaraciones, en el pasado gobierno de Hipólito Mejía fue inspector de la Secretaría de Industria y Comercio.

Aseguró que desde hace una semana no dormía porque se sentía asediado por la Policía.

De su lado, Almánzar dijo entender que Méndez no tiene nada que ver con la agresión contra Cabral, “porque carece de motivo para ello”.

Cabral y Salas Reyes fueron tiroteados el 29 de septiembre a las 8:30 de la noche, en la calle Carmen Mendoza esquina general Domingo Mañón, ensanche Quisqueya, luego de salir de un canal de televisión hacia su residencia del sector Las Praderas.

El 30 de septiembre, la Fiscalía y la Policía apresaron a cuatro hombres, entre ellos a Teuddy Polanco Domínguez, para investigarlos sobre el atentado contra Cabral.

El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito; el fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández y el jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, asumieron las investigaciones desde que ocurrió el hecho, atribuido por Cabral a personas desplazadas del pasado gobierno.