Se esperan más indagatorias en torno el caso Trump-Rusia

Se esperan más indagatorias en torno el caso Trump-Rusia

El presidente Donald Trump. AFP.

Una inquieta Casa Blanca se preparaba ayer para una nueva ola de indagaciones en la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses, mientras el presidente Donald Trump cerraba filas con su yerno y asesor Jared Kushner. Trump visitó el Cementerio Nacional de Arlington con motivo del Día de los Caídos, una jornada en homenaje a los estadounidenses que murieron luchando en alguna guerra, pero rápidamente tuvo que volver de nuevo su atención al escándalo con Rusia.
El mandatario aseguró que tiene una «confianza total» en Kushner. «Jared está haciendo un gran trabajo por el país… Es respetado por casi todo el mundo y trabaja en proyectos que le ahorrarán a nuestro país miles de millones de dólares», dijo Trump en una declaración al diario The New York Times el domingo en la noche. Kushner, de 36 años, se encuentra en problemas tras la publicación en el Washington Post de que intentó establecer un canal secreto de comunicación con Rusia durante el período de transición entre la elección de Trump el 8 de noviembre y su asunción el 20 de enero.
Casado con la hija del presidente, Ivanka Trump, a Kushner se le considera como uno de los consejeros más influyentes de Trump. El FBI y varios comités legislativos están investigando si existió una colusión entre el comité de campaña de Trump y Rusia para influir en las elecciones presidenciales en favor del magnate. Las últimas acusaciones sobre Kushner tocan ya el primer círculo íntimo de Trump. Según el Post, Kushner habría intentado establecer este canal secreto de comunicación durante una conversación con el embajador ruso en Washington, cuyo reporte fue luego interceptado por los servicios secretos estadounidenses. Trump no se ha referido directamente a esta información, pero dijo que muchas de estas filtraciones a la prensa son «mentiras fabricadas por los medios». Para algunos funcionarios, establecer contactos informales con Moscú no es un problema. «Para mí es normal y aceptable. Todo lo que se pueda hacer para comunicar a las personas, en particular organizaciones que no son particularmente amistosas con nosotros, es una buena cosa», afirmó el general retirado John Kelly, secretario de Seguridad Interior.

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