ISLAMABAD,  (AFP) – Ministros del gobierno paquistaní y líderes islámicos sostuvieron ayer lunes «desesperadas» negociaciones a través de altavoces con un clérigo que mantiene a mujeres y niños como rehenes al interior de la Mezquita Roja de Islamabad, sin lograr avances.

Siete días después del comienzo de la toma de la Mezquita, el primer ministro de Pakistán, Shaukat Aziz, aseguró que el gobierno está dispuesto a autorizar al líder religioso de los atrincherados, Abdul Rashid Ghazi, la fórmula del arresto domiciliario, junto a su madre enferma, si accede a rendirse.

 El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, no ha ordenado un asalto a la mezquita para evitar un baño de sangre. Al menos 24 personas han fallecido desde el comienzo de los enfrentamientos el 3 de julio.

 El equipo de negociadores, encabezado por un ex primer ministro, Chaudhry Shujaat Hussain, e integrado además por 11 clérigos y cuatro ministros, no logró «avances» luego de casi cuatro horas de negociaciones, afirmó el ministro de Información, Muhamad Ali Durrani.

 «Esperamos que Ghazi muestre sentimientos. El debería ablandar sus corazones (de los islamistas) y permitir que los niños y las mujeres salgan», añadió Durrani.

 El ministro de Asuntos Religiosos, Ijaz-ul Haq, dijo a la AFP que Ghazi, quien habló a través de un megáfono, rehusó dejar la mezquita.

 «Ghazi no saldrá y nosotros no queremos ingresar», aseveró Haq. «El sabe lo que hay en juego. Este es el último esfuerzo», añadió.

 El gobierno le envió un teléfono celular a Ghazi, después de que el líder religioso afirmara que las baterías del suyo se habían agotado.