SPRINGERVILLE, Arizona, EE.UU. AP. Una neblina de humo proveniente de un incendio forestal gigantesco en el este de Arizona causaba ardor en los ojos y se sumaba el sábado a los peligros de salud pública mientras los bomberos aislaban fuegos menores que aparecían en los límites con Nuevo México.   Las llamas, que se extendían por casi 1.030 kilómetros cuadrados (640 millas cuadradas) continuaban sin control y los bomberos temían que se aticen y se dispersen aún más con una reanudación de los vientos suroccidentales.

“Vislumbramos que los vientos pondrán a prueba a muchas de nuestras fuerzas en el campo”, dijo la portavoz Karen Takai.   Algunos incendios focalizados aparecieron el viernes al otro lado de la demarcación estatal y 150 bomberos adicionales y varios carros antincendios fueron enviados para apoyar a las fuerzas que aguardaban en Nuevo México, dijeron las autoridades.

Las autoridades se dijeron preocupadas de que se propaguen niveles peligrosos de contaminación más allá del nordeste de Arizona.   Según previsiones, los vientos arrastrarán el humo por el oeste y el centro de Nuevo México hasta las zonas metropolitanas de Albuquerque y Santa Fe, dijo el Servicio Meteorológico Nacional. De acuerdo con los pronósticos, un manto de humo denso afectará a unas seis comunidades pequeñas.   “La cantidad de partículas, el humo en el aire, es un gran problema”, expresó Takai.   La preocupación es mayor ante los ancianos, niños y personas con problemas respiratorios.   “Vean a sus médicos, atiendan lo que deben hacer”, recomendó Takai a los habitantes.