Se formarían catorce ciclones, tres intensos

Se formarían catorce ciclones, tres intensos

Para la temporada ciclónica 2004 que se inicia el próximo martes, primero de junio, y se extenderá hasta el 30 de noviembre, se pronostica la formación de catorce tormentas, de las cuales ocho podrían ser huracanes, tres de ellos intensos.

El director de la Oficina Nacional de Meteorología, ingeniero José María Duquela, dijo que los estudios revelan que habrá una activa temporada de ciclones. Las tormentas que llegan a ser nombra alcanzan entre 62 y 117 kilómetros por hora.

Aclaró que la formación de esos ciclones no significa que estarán dirigidos al país o que afectarán a otras naciones. Incluso, pueden generarse más huracanes de los pronosticados en una temporada, precisó.

Explicó que se consideran intensos los huracanes de categorías 3, como el Georges del 22 de septiembre del 1998; 4 como el San Zenón, del 3 de septiembre de 1930, y 5, la máxima, como el huracán David, del 31 de agosto del 1979.

Influye en su intensidad, la fuerza del viento, su baja presión, oleaje de tempestad y por las enormes lluvias.

Todos los años se escoge una lista con 21 nombres para los huracanes, los cuales se establecen en orden alfabético, escogidas de tres idiomas, comenzando con uno masculino.

El término huracán, voz taína que se refiere al dios de los vientos, es definido como una tempestad violenta, en la que la velocidad del viento sobrepasa los 117 kilómetros por hora, provocando grandes lluvias.

Los grandes huracanes que han afectado al país se forman frente a las costas africanas, en las inmediaciones del Sahara. Tradicionalmente los huracanes provenían del sureste, del este o el norte; pero en diciembre pasado vino la tormenta Odette desde el sudoeste de Haití, además de que desarrolló fuera de temporada. Antes de la temporada, en abril, se produjo la tormenta tropical Ana.

«Hay un cambio climático en el planeta. Todas las agencias del área están dedicando todos los recursos a la investigación de esos cambios», expresó Duquela, quien expresó con asombro que nunca en la historia un huracán había afectado a Brasil y este año hubo uno.

Un huracán puede dejar en 24 horas 600 milímetros de lluvia como ocurrió cuando el huracán David ó 450 con Georges. Un milímetro de lluvia es equivalente a un litro de agua por cada metro de territorio donde cae.

[b]CASO JIMANÍ[/b]

El director de Meteorología aclaró anoche que esa oficina advirtió desde el jueves pasado que en el sureste del país, incluido Jimaní, se producirían grandes precipitaciones.

Habló a propósito de la tragedia que dejó en Jimaní casi 400 personas ahogadas, entre dominicanos y haitianos, tras el desbordamiento del río Blanco, que nace en Haití con el nombre de Soleitte.

«Entiendo que se fue al lugar y que se habló. Lo que creo es que muchas personas, pese a que le hacen las advertencias de peligro no hacen caso y esperan hasta último minuto, cuidando sus bienes», señaló.

«Pero parece que no fueron bien informados. No creo que debemos buscar culpables, pero hay que educar, invertir millones como hacen los demás países en orientar», agregó.

Sostuvo que se necesitan recursos para orientar a los residentes de cada municipio del país sobre qué son las vaguadas y los ciclones.

Las lluvias registradas en el país se explican, dijo Duquela, al coincidir tres fenómenos atmosféricos como la vaguada, la onda tropical y una baja presión, lo que consideró como atípico.

Insistió en que desde el jueves pasado se concentraron en dar recomendaciones y alertas sobre inundaciones y deslizamientos de tierra, pero a las 7:00 de la mañana del domingo cambiaron las recomendaciones por avisos de inundaciones y crecidas repentinas, justamente en la zona de Jimaní.

«A las 9:00 de la mañana del domingo ya Meteorología le hablaba al país de que para esa parte del lago Enriquillo iban a ocurrir grandes lluvias y consecuentemente inundaciones», señaló.

La baja presión cruzó a Haití, lo inundó, cruzó la parte del río Blanco, que nace en esa nación, y acumuló una enorme cantidad de agua que motivó la tragedia.

Dificultó la situación que el evento se produjo a las 3:00 de la madrugada y las personas vivían dentro del cauce seco del río, que no crecía desde 1912, además de ser una zona casi desértica. No hay vegetación que controle crecidas.

[b]DÍAS BONITOS[/b]

A partir de hoy habrá «días bonitos» en el país, pues estará despejado el cielo.

Contrario ocurrió, indicó, desde el jueves cuando produjeron 17 informes, siete de ellos especiales.

Pero Duquela dijo que mantienen una coordinación cercana con el vicealmirante Radhamés Lora Salcedo, presidente del Centro de Operación de Emergencias (COE), para no perder ningún rastro.

Un pronosticador de Meteorología está de servicio fijo en la sede del COE.

Meteorología es una oficina de servicios y trabaja las 24 horas del día, los 365 días del año.

[b]»VIENE UN PALO DE AGUA»[/b]

La lluvia más grande que había tenido Jimaní se produjo en 1953, con 120 milímetros en 24 horas. El domingo pasado rompió el récord con el registro de 248 milímetros.

Desde el jueves pasado los pronósticos indicaban que se registraría mucha agua. «Como dijo el pronosticador el domingo: viene un palo de agua», dijo Duquela.

El papel de Meteorología, manifestó, es prevenir y avisar a la ciudadanía con respecto a los fenómenos.

«Trabajamos callados de manera profesional. Hay otros, que le encanta una pantalla de televisión», criticó.

[b])MILÍMETRO?[/b]

Cuando se habla de precipitaciones de lluvias, un milímetro no es la común regla que tiene pulgadas, centímetro y milímetros.

Es una unidad cúbica. El milímetro es la altura de agua de lluvia que cae sobre cada metro cuadrado.

«Cuando se dice cayeron 100 milímetros, están cayendo 100 litros en cada metro cuadrado de toda el área, encima de las casas, los árboles, la gente», explicó Duquela.

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