Se ha creado un escenario bien orientado y optimista

Se ha creado un escenario bien orientado y optimista

Los galardonados por la Fundación Corripio son protagonistas de una nueva ética, que nace con una nueva visión  de futuro y se materializa en la más simple de todas las ecuaciones: Fabricar una vida y dedicarle tiempo para construirla saludable y ejemplar.

 Con estas palabras dio agradecimiento el arquitecto Eugenio Pérez Montás en nombre de los ganadores del Premio Fundación Corripio otorgado anoche. Fue el ganador de la categoría Arquitectura.

Dijo que la Fundación Corripio ha levantado un escenario recto, bien orientado y optimista.

 “La Fundación Corripio ha creado un privilegio, un sendero luminoso para movilizar iniciativas y concienciar a los  que luchan por un mundo mejor”, añadió.

Dijo que hoy en día poner ideas en circulación cuesta mucho y es riesgoso.

Para ello, agregó, hay que provocar, prevenir, sacrificar intolerancias, asfaltar caminos y saber mirar hacia atrás.

El mecenazgo cultural de la entidad, manifestó, se perfila atado a compromisos más altos, más difíciles.  “Como el arbusto que describimos, el de ramas superpuestas que homologamos con la ética del futuro, el destino le depara grandes obligaciones y algunas lágrimas que serán sepultadas en el cofre de los recuerdos y las sorpresas, en aquel gabinete precioso de celdas frágiles y sólidas gavetas húmedas donde se acumulan las ambiciones marchitas.

Dijo que en tiempos de héroes y villanos, “desde los últimos asientos hemos advertido el oriente.. .el sol naciente. Sin desviar el rumbo, enderezado inevitables desacuerdos, hemos llegado al puerto, el norte”.

Las palabras de Pérez Montás fueron fuertemente aplaudidas. Agradeció en nombre del padre José Luis Alemán, Economía; Idelisa Bonelly; Ecología y Francisco Comarazamy, Prensa Escrita.

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