Se hartaron del poder

Se hartaron del poder


Hay que tener una parte de la anatomía masculina o femenina de cierto tamaño, ser descarado, o vivir fuera de la realidad para cegarse ante la evidencia. Es difícil que todo en un gobierno sea malo, de hecho en los tiempos del PLD hubo muchas luces, sino, hubiese sido imposible gobernar 16 años por las buenas, pero decirle a este país que se cansó de su buena gestión es una burla y una tomadura de pelo a la inteligencia, un sarcasmo que además muestra una increíble falta de tacto y de sentido de la oportunidad.

Todo se puede hacer sabiéndolo hacer y ha sido así desde que el mundo es mundo, es de hipócritas vender otra cosa, pero cuando el sentido de la cordura se pierde llegan los excesos y ese sentido de falsa seguridad nos quita los frenos y la prudencia y nos creemos intocables, y eso fue lo que le sucedió a algunos en el PLD, como los cerdos se hartaron de comer bien, la soberbia y la prepotencia se entronó y no les permitió ver que la gente se hartó de ver un sólo grupito en la porqueriza,  y sus líderes AMBOS se sentían tan superiores que poco les importó lo que le pasaba al resto, uno con 2 y el otro con 3 períodos querían más,  no fue suficiente, los únicos capaces, se creyeron Dioses, intocables, los elegidos, como dos adolescentes midiéndose aquello, y destrozaron su organización política sin entender que uno sin el otro no irían a parte,  cosa curiosa, puesto que ya han aplicado esa fórmula de divide y vencerás con éxito, pero se creen tan por encima de la media, que juran que con ellos será distinto, uno esperando reparar y el otro repetir la hazaña del PRM olvidando que 2das partes nunca fueron buenas.


No se puede avanzar sin aprender de los errores, y no decimos que salgan a rasgarse las vestiduras y lacerarse las espaldas a latigazos para lavarse las culpas, pero el desparpajo de ciertas declaraciones en vez de servir de combustible para su ejército sirven más bien para ensuciarlos más de aquello que hiede, al menos uno de los 2 muestra mejor manejo del habla, aunque sufre idéntica ceguera  tal vez confiando en su proverbial buena suerte, que a veces parece no gastarse, claro está, hasta un día.


Se hartaron de poder, esa es la realidad, y se han quedado ciegos con tal de dejar al otro tuerto y ahora morados y verdes pagan el precio. 


Separados no se llega a parte, es simple matemáticas.