¿Se «hunde» Boca Chica?

¿Se «hunde» Boca Chica?

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Boca Chica es la playa natural más segura y una de las más bellas del país. Sin embargo, algo pasa sin que mucha gente se dé cuenta: aquella playa de por lo menos 60 metros de ancho de hace algunos años, ha perdido varias decenas de metros.

Y todo, a pesar de la barrera coralina que hace la playa segura, impidiendo la entrada de peces peligrosos a sus aguas.

Frente a las costas de Venezuela existe una pequeña isla que ya ha perdido unos tres metros de tierra, ante el avance del mar.

En Boca Chica algo parecido debe estar pasando, aunque no se sabe qué. Lo cierto es que aquella playa anchurosa, en la que los cocoteros se encontraban a muchos metros del mar, ya están siendo lamidos por las aguas, perjudicando a los negociantes de la zona.

La pregunta de «¿Se «Hunde» Boca Chica?», no tiene la intención de alarmar a nadie, sino de alertar más bien a aquellas autoridades que tienen el deber de investigar cualquier tipo de fenómeno que afecte al país y la isla.

Después de la tragedia inmensa del Sudeste asiático, debido a un maremoto que se ha llevado ya más de 150,000 vidas, las islas del Atlántico tienen que ser cuidadas más que nunca.

Y hay razones para ello. Primero, el calentamiento del planeta está deshelando el Polo Norte, y billones de galones de agua procedentes de los «icebergs» han estado ingresando al Atlántico, aumentando su nivel. Y se asegura científicamente, que, tarde o temprano, las islas que se encuentran en dicho oceáno serán cubiertas por sus aguas.

Y las que están más cerca del nivel del mar serán las primeras.

No hay que olvidar que en el segundo lustro del decenio de los años 40, en el siglo pasado, un maremoto destruyó una población del Sureste del país (Matanzas o Matancitas, se llamaba), luego de producirse un seismo de mediana intensidad, pero que se sintió en muchas partes del país.

Nuestra isla tiene las montañas más altas del Caribe, pero ninguna está habitada, aunque algunas tienen «dueño». Por lo tanto, creemos que salvo una erupción volcánica que destruya las bases marítimas de la isla, es sumamente improbable que aquí se repita algo como lo que acaba de pasar en Asia.

Pero de lo que no estamos seguros es que las zonas bajas, las costas, estén fuera del alcance de un maremoto o «tsunami» de cierta intensidad.

El hecho de que la playa de Boca Chica se haya achicado en la forma en que lo ha hecho, me llena a mí, personalmente, de alarma. Durante 18 años mantuve una casa de veraneo prácticamente en la playa, por lo que sé de lo que estoy hablando.

Hay que investigar la razón por la que el mar está invadiendo, lenta pero inexorablemente, la playa de Boca Chica, a pesar de la reventazón de coral que la protege.

Y esa investigación hay que hacerla ahora, antes de que sea tarde.-

Publicaciones Relacionadas

Más leídas