Con intensas ráfagas de luces y múltiples combinaciones de colores, estruendosos sonidos, y una variedad de diseños importados fue incrementada este año la venta y el uso de fuegos artificiales.

Importadores y vendedores de estos artefactos coinciden en afirmar que en esta Navidad la población se ha mostrado más interesada en adquirir este tipo de entretenimiento, el que dijeron tuvo una demanda récord en la Nochebuena de este año.

Sin embargo, el uso indiscriminado de los fuegos artificiales en la noche del 24 de diciembre puso en zozobra a miles de dominicanos y causó daños físicos a adultos, menores de edad y casas de familia.

Las explosiones no respetaban zonas de hospitales, asilo de ancianos, albergues de niños y áreas residentes. Debido a las constantes explosiones, en la noche del 24 de diciembre constituía un peligro transitar por algunas calles de sectores como Cristo Rey, ensanche La Fe, Capotillo, Simón Bolívar, Villa Juana, Herrera, ensanche Quisqueya y en áreas residenciales como El Millón. En ese último sector un hombre decidió abrir una ventana del segundo piso de la casa para hacer disparos al aire.

Ayer se reportó que varios niños tuvieron que ser ingresados de emergencia a clínicas y centros asistenciales públicos, por los daños que lo ocasionaron las detonaciones. Uno de los menores llevados al hospital Darío Contreras, se dijo que habría perdido un ojo.

En el sector Génesis, de Los Tres Brazos, un joven perdió tres dedos de la mano a causa de un fuego artificial. Mientras que en una comunidad del sector de Manoguayabo un cohete que entró por la ventana de una casa incendió una habitación.

Los hospitalizados en centro Salvador B. Gautier, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) practicamente no pudieron dormir en la noche del 24 de diciembre por las constantes detonaciones de explosivos en el ensanche La Fe.

Igual situación le sucedió a los residentes del sector Ciudad Nueva, debido a que los ruidos de los pirotécnicos en los alrededores del Parque Eugenio María de Hostos altera la tranquilidad de la comunidad.

[b]CON FUEGOS ARTIFICIALES[/b]

Según vendedores, el 90% de los fuegos artificiales procede de China y cerca de cuatro empresas tienen el comercio en el país.

En casi todas las grandes avenidas de la capital fueron establecidos puntos de ventas de fuegos artificiales. En la avenida Ortega y Gasset, donde cada año se comercializan estos artículos, se colocan 15 vendedores en carpas y mesas. Son miembros de una empresa determinada. Otros negocios grandes están a lo largo de la avenida 27 de Febrero, en los parques Independencia y Enriquello, próximo a centros comerciales, en la avenida Duarte, Nicolás de Ovando y en la Padre Castellanos.

Los fuegos artificiales se compran desde un peso hasta más de 3,000 pesos. Los de consumo doméstico que mayormente se venden al detalle a personas que los detonan en celebraciones íntimas, como las del hogar, tienen un precio inferior a los detinados para eventos, ya que el efecto de luces es menos sorprendente. Los fuegos artificiales recomendados para las celebraciones en familia de fin de año, son los que al explotan riegan luces en el aíre y pitan, como el Foforón, Búffalo Boms, Montan de Cañón y la batería. Los fuegos artificiales para espectáculos son comprados directamente a las compañías importadoras.

Marino Rodríguez, vendedor de fuegos artificiales de la avenida Ortega y Gasset, manifestó que para esta temporada la venta de este artículo se incrementa, ya que tiene sus clientes seguros.

El costo varia de acuerdo a la calidad, la multiplicidad de funciones y el tamaño. Entre los más buscados aparecen el Montante Cañón y Caña Bomba.

COSTOS

Los fuegos artificiales son presentados en forman de cohetes, petardo, batería, cebolla, botella, mariposa, varilla y metralleta.

El fuego batería se vende a RD$575, en tanto que la botella vale RD$200. La unidad de foforón se compra a RD$30 y la unidad del paquete de montante de luces explosivas se adquiere a RD$75.

Sostuvo que aunque la venta está prohibida para los menores de edad, para el entretenimiento de los menores, bajo la supervisión de los adultos, se recomiendan las pata de gallinas y garbanzo.

La mayoría de los fuegos traen integrado el modo de empleo. Pero mucha gente no las entiende porque están escrita en el lenguaje inglés. Algunos distribuidores locales se percatan en colocarle al fuego un pequeño letrero, visible en un fondo blanco, en el que instruyen a los usuarios. Le aconsejan buscar un espacio abierto para lejos de personas para fijar el producto en un palo, encenderlo y alejarse inmediatamente.

Rodríguez opinó que las ventas están muy buenas y menor que el año pasado. Expresó que hay personas que le compran hasta RD$5,000. Consideró que por más que se diga la gente siempre utiliza los fuegos artificiales.

Empero, el vendedor Rubén Devalón consideró que en esta Navidad las ventas han bajado en un 50%, con relación al año pasado.

Para vender este material se le debe solicitarle permiso a la Comisión Nacional de Emergencia y al ayuntamiento. A la primera entidad le pagan RD$500 pesos por la autorización y al cabildo le entregan RD$1,000. Para la autorización se les exige tener un extinguidor de incendio y conocer del uso.

La empresa a la que se afilian le facilita la mercancía y en enero les recibe los artículos sobrantes.