Transportándose en camionetas, camiones y motocicletas, un contingente de 62,000 hombres y mujeres saldrá mañana y durante los próximos seis días armado de lápices, folletos y un cuestionario con un montón de preguntas para ser respondidas en cada hogar en barrios,urbanizaciones, ciudades, campos, bateyes, lomas y laderas donde tocarán las puertas en 48,442 kilómetros cuadrados del territorio nacional. El objetivo es cumplir con la operación estadística más relevante del país: El 1X Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.
A lomo de caballo, mulo o burro, llueva, truene o ventée, cruzando ríos y cañadas, trepando encumbradas zonas montañosas, en motocicletas o vehículos de tracción en las cuatro ruedas, 44,000 empadronadores y 21,000 supervisores de área se lanzarán a visitar, hasta final de este mes, más de dos millones y medio de viviendas en una extensión territorial de 18.704 millas cuadradas. La institución responsable es la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que dirige Pablo Tactuk. El censo es una operación que consiste en enumerar todos los elementos que conforman el conjunto de una población. Tiene la característica universal, es decir, que debe cubrir todo el territorio nacional.
El 1X Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 ha concitado muchas expectativas. Esta operación estadística de envergadura recibió un amplio respaldo del Gobierno central, de los ministerios, entre ellos el de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, los ayuntamientos y otros sectores.
El Poder Ejecutivo, como es usual, emitió el decreto 81-10, el 13 de febrero de este año, el cual declara de interés nacional el 1X Censo Nacional de población y Vivienda. Otro decreto, el número 578-10, del 16 de octubre de 2010, declara del 24 al 30 de noviembre días del 1X Censo de Población y Vivienda. El levantamiento censal tendrá un costo de 600 millones de pesos. Se proyecta censar entre 9.5 y 9.8 millones de habitantes.
En el censo de este año, la ONE tratará de contar todas las personas que residen en la República Dominicana. Esto incluye alemanes, argentinos, austriacos, colombianos, croatas, cubanos, españoles, estadounidenses, guatemaltecos, húngaros, italianos, mexicanos, paquistaníes, peruanos, puertorriqueños, suizos, rusos y, los más numerosos, haitianos, entre otras nacionalidades.
La boleta censal permitirá a las autoridades obtener todos los datos de población por sexo y edad, y la zona y demarcación geográfica. También serán investigadas las variables demográficas fundamentales, tales como fecundidad, mortalidad y migración interna, todo relacionado, es decir, la cantidad de viviendas y hogares, los materiales de construcción utilizados, los servicios de agua potable, energía eléctrica, recogida de basura y el equipamiento de los hogares, para conocer cuáles efectos electrodomésticos y otros equipos tienen. Además, un amplio módulo de investigación permitirá obtener información sobre las características económicas y educativas de la población.
Se obtendrá información sobre productores agropecuarios.
Esto servirá de base para un futuro y probable censo agropecuario y para un sistema de encuestas agropecuarias. Hay, además, un cuestionario de comunidad para investigar aspectos de exposición a riesgos y características medioambientales, lo que permitirá prevenir riesgos.
El Censo detectará cuáles las áreas más vulnerables y qué medidas preventivas podrían adoptarse en caso de huracanes, terremotos, maremotos, tornados y otros desastres naturales. Mientras mayor cantidad de información sea obtenida, más fácil será tomar las previsiones.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta el 24% de la carga de morbilidad mundial se debe a la exposición a riesgos ambientales evitables. El organismo internacional refiere que gran parte de estos riesgos ambientales pueden evitarse mediante intervenciones bien orientadas. En el informe también se estima que más del 33% de las enfermedades de los niños menores de cinco años se deben a la exposición a riesgos ambientales.
Para que las informaciones derivadas de un censo contribuyan con las formas de conocer mejor cuántas personas viven en el país, dónde viven y cómo viven, se requiere del compromiso de dos actores complementarios: La ONE y la población.
De parte del organismo gubernamental se requiere que el empadronamiento conste de una enumeración exhaustiva y de la cabalidad de la información. Esto implica que los empadronadores censales visiten todos los hogares del país, sin excepción, y allí enumeren a todas las personas que lo constituyen y, además, que anoten las características de unos y otros.
La población, de su lado, debe asumir el compromiso de empadronarse, es decir, estar presente el día del censo para proporcionar la información requerida por los empadronadores, sin omisiones. Por esa razón, dominicanos y extranjeros deben empadronarse y responder a las preguntas censales con seriedad, sin abrigar temores, con absoluta confianza de que las informaciones proporcionadas sólo serán utilizadas por la ONE para ofrecer datos que formarán parte de tabulaciones generales. El secreto estadístico, consignado en la ley 5096, obliga a la institución a preservar el anonimato de los informantes.
Censos dominicanos
Los censos dominicanos proporcionan información acerca de las tres entidades jerárquicas relacionadas con las personas y su entorno; la población y sus características socioeconómicas y demográficas básicas, el hogar donde gravitan las personas y la vivienda en la cual residen los individuos.
Toma de decisiones.
El censo de población y vivienda proporciona datos que permiten derivar el volumen poblacional y sus principales atributos geográficos, demográficos y socioeconómicos, los cuales son de utilidad para el desarrollo e implementación y evaluación de políticas públicas, así como para el diseño de estrategias y evaluación de intervenciones desde el ámbito de la sociedad civil.
Las claves
1. Espacio de tiempo.
Los censos nacionales deben realizarse cada diez años, según recomendaciones internacionales.
Sin embargo, entre los tres primeros censos realizados en República Dominicana hubo un espacio de 15 años, o sea, de 1920-1935-1950.
A partir de 1960 se regularizó la periodicidad, pero fue rota nuevamente en 1981, 1993 y 2002. Los datos de este último año arrojaron un población de 8, 562,541 habitantes, de los cuales 4, 265,215 eran hombres y 4, 297,326 mujeres. La población urbana registró 5, 446,704 personas, mientras que la rural fue de 3, 115,837.