Mis comentarios de esta semana son sobre los excelentes resultados de la creación de empleo durante el gobierno de Luis Abinader. A finales de2022 había 527,601 personas más trabajando que las empleadas en agosto de 2020, con caída de 2.3 puntos porcentuales de la tasa de desocupación abierta, de 7.1% a 4.8%.
Por razones de espacio limito mi análisis a cifras de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo del último trimestre 2022, publicadas por el Banco Central. Las conclusiones.
Uno, la población activa aumento poco, en 25,899 trabajadores, se crearon 92,217 empleos y el desempleo (abierto) se redujo en la cantidad de 118,116 trabajadores. Los nuevos ocupados explican el 78% del menor desempleo y la caída de la tasa hasta 4.8% de la población activa en 2022.
La principal causa de los buenos datos fue hoteles, bares y restaurantes, contribuyeron con 28% del total de empleos creados, la cantidad de 25,732 trabajadores, compensando bajas en construcción, industria, comercio, entre otros.
Dos, el volumen total de empleos en 2022, la cantidad de 4,774,296, igualó el de la economía pre-covid, en 2019. Por la calidad de la política fiscal y monetaria en menos de un año (10 meses) se recuperó el producto que se perdió en 2020, en cuanto al empleo, ahora sabemos que tardó casi dos años, comportamiento que está en línea con la literatura especializada en el sentido de que, luego de fuerte caída de actividades económicas, lo primero que se recupera es el producto y tiempo después el empleo.
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Y tres, como el PIB creció 4.9% y 1.97% el empleo (92,217 en términos absolutos) en 2022, la productividad aparente del trabajo aumentó 2.93%, sugiriendo que los empleos se crearon en actividades de alto rendimiento relativo, de hecho, el formal aumento en 131,221 y el informal se redujo en 39,004.
Lo que es positivo para la economía, porque como es usual en modelo de economías más avanzadas, al que debemos aspirar de manera permanente, mucha gente accedió a un puesto de trabajo de calidad, explicando en buena medida el fuerte aumento del PIB per cápita, de US$8,971.9 en 2021 a US$10,732.9 en 2022.
Durante el gobierno de Luis Abinader ha aumentado la intensidad de empleo, reduciendo el umbral de crecimiento real que se necesita para evitar incremento del desempleo y crear empleo neto. En consecuencia, en 2023 la economía tendrá buen broche de cierre, podría crear alrededor de 80,000 empleos netos, porque continúa vigorosa la demanda de trabajo y se espera que el PIB real aumente entre 4.0%- 4.5%.
Es cierto, la cantidad es menor a la del pasado año, pero lo explica el enfriamiento económico mundial, para el FMI la tasa de crecimiento se reduce de 3.4% en 2022 a 2.8% en 2023, Latinoamérica y el Caribe de 2.2% a 1.6%, y nuestra economía de 4.9% a 4.2%, aunque un poco más, 4.4%, para el Banco Mundial.
Si este año la economía suma los mencionados 80,000 empleos netos, combinados con la población activa que crece poco, reduciría ambos, el volumen y la tasa de desocupados (abierto), esta última por debajo de 4.8% de la población activa, el cierre de 2022, lo que sería otro gran logro del gobierno de Luis Abinader considerando nubarrones e incertidumbre mundial en aumento.