POR PHILIP COGGAN
La curva del rendimiento de EEUU cambió de nuevo el miércoles, cuando el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años cayeron por debajo de los de 10 años para revertir una inversión anterior. Una curva de rendimiento invertida (cuando las tasas más cortas están más altas que los rendimientos a más larga fecha) se considera por algunos como el preludio de una recesión.
Sin embargo, la brecha entre el rendimiento de los bonos a dos y diez años pudiera no ser el mejor indicador para hacer pronósticos. Chip Dickson, el estratega de Lehman Brothers ha analizado las diversas medidas del rendimiento anteriores hasta los años de 1970. Encontró que el mejor elemento anunciador de una recesión es la relación entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a tres meses y los de cinco o diez años. Esa relación no se ha invertido en ningún momento durante las últimas semanas
El señor Dickson encontró que, como se podría esperar, la bolsa de valores de EEUU tendió a tener mejor resultado cuando la curva de rendimiento estaba inclinada positivamente (las tasas más largas estaban más altas que las cortas), que cuando estuvo invertida. Sin embargo, la relación ha sido menos significativa desde 1990.
Otro comentarista que cree que los mercados pudieran estar observando una relación errónea es Bill Gross, del grupo de administración de fondos Pimco. Dice que el mercado debería verse en términos de un cambio a cinco años, donde el comprador recibe el rendimiento sobre un bono del Tesoro a cinco años y paga la tasa equivalente al Libor a tres meses (la tasa con la cual los bancos se prestan entre sí). En la medida que la Reserva Federal de EEUU ha hecho subir las tasa a corto plazo, el costo de tener este canje se ha incrementado.
El señor Gross dice que, puesto que la vida promedio del mercado de bonos de EEUU es alrededor de cinco años, la economía norteamericana entera se puede comparar con un canje a cinco años. Las compañías, propietarios de viviendas y consumidores han tomado prestado a tasa a corto plazo para financiar la adquisición de activos; mientras suben las tasas, sus finanzas se contraen.
El momento clave, según el señor Gross, es cuando las tasas a corto plazo igualan el nivel promedio de los rendimientos de los bonos durante los últimos cinco años. Esta medida ha sido mas de tomar en cuenta que la curva de rendimiento invertida como una señal de desaceleración económicas.
Puesto que la brecha entre las tasa a corto plazo de EEUU y el promedio de cinco años de los rendimientos de los bonos del Tesoro ha desaparecido, el señor Gross dice que EEUU se dispone a sufrir una desaceleración económica este año. Eso -cree él- define un buen momento para comprar bonos.
(Versión: Iván Pérez Carrión)