POR MARIEN ARISTY CAPITAN
Después de tres días de una aguda escasez, la mayoría de las envasadoras de gas del Distrito Nacional y Santo Domingo Norte y Santo Domingo Oeste comenzaron a distribuir el combustible a partir de la mañana de ayer.

En Santo Domingo Este, sin embargo, casi todas las envasadoras continuaban desabastecidas y esperaban ser suplidas para poder ofrecer el servicio a los habitantes de la zona.

Por ese motivo no faltó quien tuviera que llegar desde Los Minas hasta Villas Agrícolas en búsqueda del combustible. «Por allá no aparece el gas, tampoco en la 17, yo tuve que venir para acá porque me dijeron que había», dijo un señor en tono un enfadado mientras hacía una larga fila en la Propa-Gas de la calle Moca.

Más tranquilo, Víctor Manuel Céspedes se quejó de que en la ciudad hay demasiadas envasadoras desabastecidas. «Yo fui primero a la Credi-Gas pero en la capital ninguna tiene. Después fue a la del puente de Sabana Perdida y ahí en el cruce tampoco encontré. En la 17 no hay en ningún lado. Ahora fue que encontré».

Un recorrido parecido había hecho José Santos, quien tuvo que dejar su vehículo estacionado en la casa desde el viernes pasado, cuando se cansó de ir de envasadora en envasadora tratando infructuosamente de llenar su tanque.

Y es que la situación comenzó a hacerse crítica desde el jueves pasado, cuando muchas envasadoras comenzaron a quedarse sin combustible. Aunque algunas de ellas volvieron a recibir el gas el día de ayer, otras continuaban cerradas. La mayoría de las que estaban cerradas, sin embargo, eran las que se habían mantenido abiertas durante el sábado.

Aunque cada envasadora vivió su propia realidad en cuanto al abastecimiento, la casi todas las de Propa-Gas enfrentaron problemas desde el jueves o el viernes. Y es que, dijeron los vendedores, había una «pequeña escasez».

En la envasadora de la avenida San Marín, por ejemplo, se les terminó el gas el viernes pasado y llegó ayer en la mañana; en la de Villa Juana también se les terminó el viernes y lo recibieron a las 11:45 de la mañana de ayer; en la de la Moca se acabó el jueves y volvieron a suministrarles ayer a las 6:00 de la mañana; mientras que la del Hoyo de Chulín está cerrada.

Continuando con las Propa-Gas, en la de la Avenida de Los Reyes Católicos, en Ahorro Hondo, duraron tres días cerrados a consecuencia de la falta de abastecimiento. Y es que no fue hasta las cuatro de la madrugada del día de ayer cuando recibieron el suministro.

En esta última estación se encontraba Fernando Holguín, quien se dirigía a San Francisco de Macorís y explicó que en la zona del Cibao no tienen problemas de suministro. «Yo viajo tres o cuatro veces a la semana y no he tenido problemas hasta ahora. En San Francisco, Bona, Villa Altagracia y toda esa zona tienen», afirmó.

Cambiando de planta, en Gloria General afirmaron que desde hace tres días tienen escasez de combustible. «Ya hay pero se ha mantenido escaso desde hace tres días. Son pocas las plantas que lo tienen. A nosotros nos llegó a las 12:30 P.M», informó José Rafael Tejada.

Pueblo Gas, ubicada en la Moca esquina Nicolás de Ovando, la envasadora estaba cerrada y los empleados dijeron que «por ahí viene el camión». Desde ayer, sin embargo, lo están esperando.

En Credi-Gas de la Padre Castellanos con Josefa Brea también están cerrados. Esta planta trabajo hasta el viernes a las doce y media de la noche, cuando terminaron de vender los cinco mil galones que habían recibido. Hoy o mañana esperan volver a abastecerse.

Lo mismo sucede en Café Gas, de la Jacobo Majluta, que está cerrada desde el sábado a las ocho de la mañana. Allí afirmaron además que el problema ha surgido porque el barco que trae el combustible no ha llegado al país. Además están cerradas GH Trade, de la calle Duarte, en Los Alcarrizos; y Francis Gas, del kilómetro 15 de la Autopista Duarte.

Respecto a las envasadoras que afirmaron no tener problemas, están ONEGAS, ubicada en la calle San Juan de la Maguana esquina Máximo Gómez; Lusergas, del kilómetro 14 de la Autopista Duarte; y la Propa-Gas del kilómetro diez y medio de la Autopista Duarte.

El ambiente en todas estas estaciones era bastante movido: largas filas de carros, entre los que se veía alguna que otra jeepeta; y muchos hombres que, cargando cilindros de todos los tamaños, esperaban poder llevar el gas a sus hogares.