POR ROSA ALCANTARA
El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Ramón Alburquerque, dijo ayer que se opone al estrangulamiento financiero del gobierno a la Junta Central Electoral (JCE) y que ignora los fines de ese plan que debilita la gobernabilidad.
En verdad, el proceso electoral es más importante que un Metro sin estudios ni presupuestos al cual se destinan miles de millones de pesos, expresó.
Alburquerque dijo que en ningún momento ha pedido más recursos para los partidos políticos, sino para la JCE. Asimismo pidió que los reclamos de ese organismo sean escuchados.
Consideró que unos comicios bien ordenados, transparentes y confiables, son la más sólida garantía para la prosperidad nacional, la que dijo no tiene precio.
Alburquerque dijo que se opone tajantemente a cualquier gasto innecesario, no importa su naturaleza, porque la República Dominicana es una nación pobre y mientras dure la actual situación de miseria, se impone la austeridad a fin de rendir los recursos disponibles.
Reiteró que los aportes de la JCE a los partidos son una proporción reducida de los costos reales en que incurren los candidatos a nivel personal.
Manifestó que la suma gastada por miles de precandidatos y candidatos en todo el país es impresionante, pero estos montos son aportados por los mismos aspirantes, sus equipos y amigos. Sostuvo que el aporte de la JCE sólo cubre la parte institucional, que es mínima.
El presidente del PRD recomendó a la JCE realizar un estudio pormenorizado y que informe los detalles a los ciudadanos.
Consideró que urge reglamentar las donaciones y aportes privados a la actividad política, con el interés de hacerlas absolutamente transparentes, como en Europa y Estados Unidos.
Alburquerque expresó que el PRD está conformando un grupo de expertos con el fin de preparar un proyecto, orientado a transparentar los gastos de los partidos, el cual podrá ser incorporado a la Ley de Partidos Políticos que aspira que se apruebe en el Congreso.
Dijo que se ha propuesto que su partido sea el primero en el manejo transparente de sus finanzas, como fue el primero en aprobar y poner en vigencia un Código de Ética para sus asuntos internos.