Nueva York.  EFE.   El proyecto de levantar un rascacielos en Manhattan,  ha suscitado la férrea oposición de los dueños del Empire State Building, que alegan que el edificio perjudicará la imagen de la ciudad de Nueva York. Los propietarios del Empire State afirmaron ayer en su web que el suyo es “el edificio definitorio del horizonte de esta ciudad y su monumento más importante”.

Añaden que lo más destacado del Empire State no es su altura, sino el lugar que ocupa en el “skyline” de Nueva York, así como “en los corazones y mentes de cientos de millones alrededor del mundo”. Por ello, hacen un llamamiento a los neoyorquinos para que expresen  su oposición al proyecto “y nos ayuden así a preservar uno de los símbolos más característicos de Nueva York y del mundo”. Anthony Malkin, presidente de Malkin Holdings -empresa propietaria del edificio-, asegura que el proceso público de aprobación del nuevo proyecto, que ya ha recibido el visto bueno de la Comisión de Planificación del Ayuntamiento, “ha fallado en atender los intereses de los neoyorquinos”.

“¿Se permitiría un rascacielos en las proximidades de la Torre Eiffel o del Big Ben?”, se pregunta Malkin, al tiempo que defiende que pueden levantarse edificios más elevados que el Empire State, pero no de esa magnitud y tan próximo a éste.

Los promotores del proyecto,  planean derribar el edificio del Hotel Pensilvania y levantar en su lugar un inmueble de cristal, con una altura de unos 370 metros, muy similar a la del Empire State.