POR MARIEN A. CAPITAN
El secretario de Agricultura, Amílcar Romero, aseguró ayer que entre un 40 y un 45% de la producción de tomate de la Línea Noroeste se perderá a causa de las inundaciones que afectaron a la región norte de la isla.

Tras manifestar que ha habido cuantiosos daños en las plantaciones de la zona, Romero dijo que sólo las plantaciones de la Plena de Azua, Barahona y Jimaní están en excelentes condiciones. En esos pueblos iniciarán pronto la recolección de tomates.

Respecto al plátano, que se está vendiendo ahora a diez pesos, Romero justificó que el rubro aumente de precio porque el huracán Jeanne devastó más de 113 mil tareas que estaban sembradas de plátanos. Posteriormente, añadió, se perdieron otras 22 mil tareas a causa de un tornado y una granizada que hubo en Salcedo.

«Conjuntamente con eso, el propio ambiente que se ha creado con la lluvia ha provocado una agresividad de la sigatoka negra, que eso merma lo que es los niveles y la potencialidad de producción del plátano», dijo Romero.

En cuanto al arroz, Romero dijo que como aún las plantaciones no estaban en producción, sólo se perderán algunos semilleros. La mayor dificultad que podría haber, agregó, es que se retrase la cosecha en dos o tres semanas porque ha habido inconvenientes para preparar los terrenos que serán sembrados. Pese a ello, descartó que pueda haber escasez del cereal.

«Se está haciendo un inventario del arroz que tenemos. Hasta ahora no hay problemas, hay arroz suficiente para los tiempos venideros y en caso de que haya alguna debilidad por el atraso de las cosechas, hay mecanismos para poder equilibrar el abastecimiento de alimentos», dijo Romero.

Afirmó que no habrá necesidad de importar arroz ni de aumentar su precio.

Tras apuntar que el momento óptimo para sembrar es de finales de diciembre a principios de enero, Romero señaló que las fuertes lluvias que continúan cayendo han dificultado el plan que pensaban iniciar para lograr el control de la sigatoka negra que afecta a los plátanos.

«La lluvia es un elemento muy favorable para el desarrollo y la agresividad del hongo y, aunque hemos dispuesto de todos los recursos necesarios que han solicitado los técnicos (…) hemos iniciado el programa con cierta lentitud porque las aguas no nos han permitido tener una mayor participación», señaló al tiempo de agregar que están trabajando en la capacitación de los técnicos y productores.

Cuestionado en torno a las pérdidas que se han generado, Romero explicó que no será hasta la próxima semana que puedan dar datos específicos puesto que en algunos lugares las aguas no han mermado y no se ha podido pasar balance de lo que se perdió.

Dando un toque positivo a sus declaraciones, Romero apuntó que las aguas del río Yuna ya están bajando por lo que han disminuido las amenazas de nuevas inundaciones. «Ya nosotros hemos identificado y hemos inventariado los puntos frágiles que tiene el muro del río Yuna».

Quejándose de que tradicionalmente las autoridades han sido muy permisivas al dejar construir casas e instalar bombas en esa zona, Romero sostuvo que están planteándose reubicar aquellas viviendas, negocios y equipos que trastornan y vulneran la efectividad del muro.