Se perdieron miles de puestos
de trabajo bajo la gestión de Mejía

Se perdieron miles de puestos <BR>de trabajo bajo la gestión de Mejía

POR GERMAN MARTE
Durante la gestión del presidente Hipólito Mejía los trabajadores perdieron sus empleos a un ritmo de 277 por día, en promedio, mientras se registró un crecimiento extraordinario de la pérdida del poder adquisitivo del salario, afirmó el sindicalista Rafael -Pepe- Abreu, vicepresidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS).

Por esta razón, a juicio del veterano dirigente, el gobierno de Mejía fue «definitivamente negativo» para los asalariados.

Los datos del Banco Central indican que en el cuatrenio 2000-2004 el desempleo subió de 14.3% a 16.1%.

Abreu precisó que un total de 400 mil trabajadores perdieron sus puestos durante el gobierno de Mejía.

Asimismo, Abreu destacó que el acuerdo de progreso social que el CNUS firmó con el gobierno no se cumplió en lo fundamental.

Sin embargo, durante este período de gobierno se mantuvo un clima armonioso entre sindicalistas y gobierno, fruto entre otros factores por la influencia del partido blanco en los principales sindicatos y centrales obreras.

Al finalizar el presente período de gobierno, las centrales sindicales muestran una debilidad crónica, al punto que han sido incapaces de desarrollar jornadas de lucha capaces de alcanzar algunas reivindicaciones para sus afiliados.

Además, según un viejo líder obrero, «se nota cierto nivel de acomodamiento de los dirigentes sindicales; de hecho, yo creo que ya hemos llegado a un modus vivendi de la vida sindical, porque los dirigentes sindicales de ahora son los mismos que yo dejé hace 30 años», no ha habido relevo de la dirigencia sindical y «al no haber relevo es obvio que se ha perdido la beligerancia que debe caracterizar a un movimiento sindical independiente».

En cuanto a la influencia de los perredeístas en los gremios -dijo- el ejemplo más patético es el de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), controlada por el PRD. Señaló que «en los momentos que hubo una presión de las bases para que se hiciera una huelga, no se dio porque los dirigentes se oponían, lo cual amenazó en un momento con dividir a la ADP, pero aprecio que a partir del cambio de gobierno, ese gremio recobrará su beligerancia».

RAY GUEVARA

De su lado el secretario de Trabajo, Milton Ray Guevara, destacó la paz laboral que imperó en el país durante su gestión en la Secretaría de Estado de Trabajo (SET).

Ray Guevara dijo a HOY que el logro más importante de su gestión ha sido el mantenimiento de la paz laboral, «a pesar de la crisis profunda que hemos tenido después de marzo del 2003».

Asimismo, destacó los avances en el sector zona franca en materia de organización sindical.

Indicó que la gran cultura del diálogo del CNUS será un factor determinante para mantener la paz laboral en el país.

Pero la paz laboral de que se jacta el secretario se ha logrado a un precio muy alto: menos sindicatos registrados, muchos dirigentes sindicales que responden a los intereses de los patronos y la cancelación de aquellos que se atreven a luchar de verdad a favor de los trabajadores, manifestó un ex dirigente sindical, que pidió reservas de su nombre.

«Todos los viernes están cancelando trabajadores de forma masiva. Y todos los lunes tú entras a esta secretaría encuentras la fila de obreros cancelados», afirmó un empleado de la SET.

Y mientras muchos reconocen la apertura del secretario Ray Guevara para recibir a los trabajadores, otros como Pepe Abreu señalan que el funcionario, pese a ser muy buen técnico, se limitó a administrar los conflictos, pero no a garantizar los derechos de los asalariados.

Según datos de la SET, durante los cuatro años de gobierno de Mejía sólo se produjeron 93 nuevos registros sindicales, una cifra muy inferior a la de años anteriores, pues a finales de los 80`, por ejemplo, llegaron a  se registrar más de cien sindicatos en un sólo año.

NO SE LES ESCUCHO

A pesar de la contribución del movimiento sindical a la gobernabilidad y al equilibrio a la hora de tomar las grandes decisiones, durante el gobierno de Mejía «nunca se le tomó en cuenta».

Según Abreu, muchos sindicalistas pensaron que el gobierno de Mejía iba a tomar en cuenta a los trabajadores, dada su influencia en el movimiento sindical, pues la mayoría de los dirigentes sindicales estaban vinculados al partido en el poder.

A juicio del sindicalista, la pasividad de la cúpula sindical durante la gestión de Mejía le resta calidad moral para mostrarse beligerante frente al nuevo gobierno, y se le hará muy difícil recuperar el espacio perdido.

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