Se perdió en el laberinto de los intereses y los subsidios

Se perdió en el laberinto de los intereses y los subsidios

POR CLAUDIO CABRERA
Concluída la última ronda ministerial de negociaciones agrícolas, convocadas por director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) Pascal Lamy, el influyente matutino estadounidense “The Wall Street Journal” rotuló parte de los resultados reflejando el ánimo de los negociadores estadounidenses como “un fracaso”.

Por el sesgo adoptado desde un principio en las negociaciones en que los países en vías de desarrollo asumieron posturas firmes, principalmente agrupados en las vanguardias de los denominados “Grupo de los 33” (G-33) y el “Grupo de los 20” (G-20) que aglutinan a los países con economías agropecuarias más pequeñas del mundo, puede decirse que los resultados fueron bastante inconclusos. Pero por la firmeza de objetivos por parte de los países portadores de posiciones que apuntan a buscar mejores tratos en el comercio bilateral mundial con los países ricos, puede hablarse de grandes avances. Y esto concierne mucho a la República Dominicana.

En esta materia a los Estados Unidos, en su papel de gran potencia hegemómica en un mundo cada vez más cambiante, hasta ahora todo le había salido bien. Las negociaciones comerciales bilateales con los países situados más abajo del Río Bravo, entre ellos México, Centroamérica y República Dominicana, hasta ahora se habían alineado con muy pocos regateos al bloque de libre comercio subregional.

Pero ahora, tras malogradas experiencias en el triángulo conformado por las negociaciones con Europa y los países agricultores pobres, emergen posiciones disímiles en su camino como un obstáculo insalvable para concluir el año 2006 con logros ostensibles.

Para República Domicana, que lidereó por el G-20 las negociaciones agrícolas de los países con economías pequeñas, la apuesta por el logro de mejores tratos en el comercio mundial Norte-Sur, revistió gran importancia.

Para guiar las discusiones, los participantes acogieron concentrar las discusiones “en un triángulo de temas”, entre los que estaban el acceso a mercados en agricultura, acceso a mercados en productos no agrícolas, así como la ayuda interna a la agricultura por los países.

RD por mejores condiciones

Según explica el subsecretario de Planificación Sectorial de Agricultura, ingeniero Luis Ramón Rodríguez, desde el inicio de las reuniones, la República Dominicana insistió a través del Secretario de Estado de Agricultura ingeniero Amílcar Romero, para que el tema de las economías pequeñas y vulnerables tanto en el área de agricultura como para el área de NAMA, fuesen incluídas en las discusiones restringidas que llevaría a cabo el director general de la OMC en el transcurso de la semana.

Ante la insistencia de República Dominicana, indica el funcionario, junto a los países CA-4 (los cuatro centroamericanos), la moción fue aceptada para ampliar las discusiones incluyendo el tema indicado.

En calidad de Secretario de Agricultura, el ingeniero Romero coordinador del Grupo de Economías Pequeñas y Vulnerables, participó en varias reuniones del G-110, agrupación de los coordinadores de los distintos grupos de países en vías de desarrollo ante la OMC.

Explica el subsecretario de Agricultura que el objeto fue el de presionar para que los países desarrollados tomen el liderazgo de las negociaciones y presenten ofertas específicas sobre todo en el área de las ayudas internas en agricultura.

El grupo emitió un comunicado conjunto en el que se indica que la Ronda de Doha constituye una ronda para el desarrollo, “y que los temas y necesidades de los países en desarrollo deben ser atendidos con prioridad”.

En otro orden, la delegación dominicana y en particular el secretario de Agricultura, Amílcar Romero, trabajó en forma coordinada con el G-33 y participó en las reuniones ministeriales que convocó la ministra de Comercio de Indonesia, quien coordina el G-33, y el ministro de Comercio de la India, “a fin de lograr que los países en desarrollo en las negociaciones de agricultura tengan por lo menos un 20% del total de sus líneas arancelarias como productos especiales, los cuales estarían sujetos a reducciones arancelarias mínimas, y de dicho 20%, lograr que el 50%, o sea, el 10% de las líneas arancelarias totales estarían exoneradas de reducciones para el arancel aplicable, así como de compromisos en materia de contingentes arancelarios”.

Afianzar los logros del Gobierno EU: Postura inflexible

Al finalizar las reuniones, se informó en el Comité Nacional de Negociaciones Comerciales (CNC), que no había posibilidad de alcanzar un consenso. En primer lugar se indicó que los Estados Unidos presentaron una posición “bastante inflexible” en la que indicaron que no podían aceptar la fórmula propuesta por el G-20 en ayuda interna, pero que a cambio el resto de los países tanto desarrollados como en desarrollo, debían darles acceso a mercados, mientras debían también reducir sus respectivos aranceles.

Ante este planteo, “en estos momentos -afirma el ingeniero Luis Ramón Rodríguez-, toda la presión está puesta sobre la delegación de los Estados Unidos, para que flexibilice y haga una oferta sustantiva en ayuda interna, o de lo contrario no sería posible concluir las negociaciones”.

Otras delegaciones como las de Brasil e India, a su vez, indicaron que no podían aceptar una “fórmula suiza” con un coeficiente de 15 en el tramo del acceso a los mercados para productos no agrícolas, mejor conocido por sus siglas en inglés “NAMA”.

En el caso de la Unión Europea, según explica un documento elaborado por la subsecretaría de Planificación Sectorial de Agricultura, indicativo de los pormenores sobre el tema, sus delegados estaban dispuestos a aceptar la fórmula presentada por el G-20 en acceso a mercados en el área de agricultura, si los Estados Unidos aceptaban la fórmula de este grupo de los 20 países.

Igualmente cuestionaron a las delegaciones de Brasil e India, si estaban dispuestas a aceptar una fórmula suiza con coeficiente de 15, lo cual es una fórmula “sumamente ambiciosa que reduce los aranceles a prácticamente menos de 10% para las reducciones arancelarias en el área de productos no agrícolas”.

Aunque al finalizar la reunión del CNC, se instruyó al señor Pascal Lamy para continuar consultas intensas y tratar de lograr un acuerdo para fines de este mes de julio, “las expectativas son muy pesimistas, debido a la inflexibilidad de la posición de los Estados Unidos”.

Los delegados de los países esperan que a fines de este mes de julio la OMC convoque otra vez a una reunión del CNC a nivel ministerial.

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