Más de 2.600 toneladas de mango se perdieron en la provincia cubana de Guantánamo, en el este de la isla, por dificultades para su procesamiento debido a averías en las plantas procesadoras y a falta de envases, informaron hoy medios oficiales.
La cifra, recogida en el diario Venceremos y el portal digital Cubadebate, forma parte de las 6.794 toneladas de la fruta contratadas para la actual campaña de recolección, indicó al rotativo guantanamero el especialista de frutales en la Delegación provincial de la Agricultura, Ramón Sánchez.
Las roturas de tanques y la carencia de latas en las fábricas de conservas de la provincia se encuentran entre las principales causas, relató Sánchez.
Además, consideró «poco probable» que una de las más modernas fábricas de esa zona, la de San Antonio del Sur, logre los objetivos fijados para esta campaña «por las reiteradas paradas industriales y el pronto agotamiento de los envases».
«La situación no es nueva, se repite cada año y demanda de los responsables mayor previsión y preparación para enfrentar cosechas, para cumplir los contratos con los productores, que el fruto no se pierda y el pueblo reciba fresco o procesado un rubro de alta demanda y necesidad alimentaria«, agrega el reporte.
Cuba gasta al año unos 2.000 millones de dólares en importar alimentos y los problemas de su industria agroalimentaria son una constante, sobre todo la pérdida de cultivos agrícolas por falta de medios para procesarlos.
El asunto se abordó la semana pasada en la primera de las dos reuniones anuales que celebra la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).
Durante las comisiones previas al pleno, la ministra cubana de la Industria Alimentaria, María del Carmen Concepción, anunció que su departamento lleva a cabo diversas inversiones para «ofrecer mayor oferta a la población de productos de calidad», según recogieron medios oficiales.
En esa misma reunión el viceministro de Industrias, Eloy Álvarez, Martínez, admitió que existe un déficit de estas producciones cuya demanda ha crecido en un 332 % en los últimos dos años y explicó que «de los más de 57 millones de unidades planificadas, solo se pudo respaldar un poco más de 25 millones».