¿Se podía o no prever el golpe de Estado?

¿Se podía o no prever el golpe de Estado?

Muchos de nosotros hemos estado reviviendo recuerdos dolorosos con el golpe de Honduras, como el golpe del General Pinochet en Chile, o con procesos revolucionarios abortados. Pocos son los golpes de Estado que traen felicidad, como la Revolución de los Claveles en Portugal. Hoy, con una OEA transfigurada gracias a los nuevos liderazgos en América Latina y a pesar de ellos, nos estremecemos con un golpe cívico-militar en Honduras. Treinta años de “democracia” en América Latina se sacuden por el envalentonamiento de un grupo de ciudadanos e instituciones que no quieren más iniciativas democráticas. Todo lleva a pensar que se aplicó un nuevo abcedario, tipo “Cómo no fallar un golpe”. A muchos se les escapó la formación de esa Unión Cívica en Honduras compuesta por una mescolanza de organizaciones que podríamos llamar de la sociedad civil, que incluyen desde la Confederación de Trabajadores de Honduras, los empresarios, el Consejo Nacional Anticorrupción, el Consejo de rectores de universidades, medios de comunicación, el Grupo Paz y Democracia, hasta un grupo estudiantil llamado Generación X cambio. Lo que choca de antemano es la heterogeneidad y la aparente diversidad de objetivos de cada una de esas instituciones.

Cuando cuaja el golpe de Estado en Honduras, el movimiento popular inicia entonces un proceso retrospectivo  para entender el “¿cómo sucedió?, el porqué, ya lo saben. Entonces se debe recordar el cambio de embajador norteamericano algunos meses antes, se debe analizar la política de ayuda a la sociedad civil en cursito de “democracia participativa” de “Cómo ser un nuevo líder político democrático” o también “cómo denunciar la corrupción”. Se debe analizar las actividades  de la base militar de Soto Cano (Palmerola), el comportamiento de los militares, los entrenamientos, la formación, la construcción de obras comunitarias. Lo que mueve a profunda consternación es la pregunta del derrotado pueblo ¿Y por qué no lo pudimos prever? Primero: porque muchos pensaron que la OEA servía para algo y, segundo, porque no analizaron las declaraciones de Hillary Clinton sobre “la necesidad de que todas las partes deben respetar el orden constitucional y el estado de derecho, la vocación democrática y la resolución de los conflictos políticos de manera “pacifica” y a través del diálogo”, creemos que sí se debió prever. Que nos sirva de enseñanza.

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