Relatos hstóricos señalan que el profesor Juan Bosch invitó a Joaquín Balaguer, por allá por el año 1936, que se quedará junto a él en el exterior exiliados, para desde ese litoral enfrentar la dictadura del “Generalísimo” Rafael Leónidas Trujillo Molina, que recién iniciaba.

Se dice que el doctor Balaguer le expresó al profesor Bosch que no, que él se iba a quedar en República Dominicana esperando que el mango caiga.

Este axioma parace ser la posición que asumirá el doctor Guido Gómez Mazara ante la crisis “insalvable” que afecta al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), llevado al holocausto por su presidente Miguel Vargas Maldonado.

Gómez Mazara parece creer en el rescate de más de 75 años de historia del Partido Revolucionario Dominicano, tirado por la borda por el ingeniero Vargas Maldonado con el acuerdo del 7 de septiembre pasado, en que cedió la casilla número 1 al presidente reelecionista Danilo Medina. Y esperará que la desmoralización acabe con Miguel Vargas, y no le permita mantenerse en la presidencia del PRD.

Entonces, será cuando reaparecerá Guido Gómez para reoganizar la otrora gran maquinaria perredeísta.
Guido es un hombre joven que puede esperar unos años, asumiendo una posición neutra, acechando el momento oportuno para entrar en acción.

Ante la coyuntura actual, lo ideal sería que Guido abrazara una de las trincheras existentes y procurando optar por un puesto electivo, como forma de ir ganando terreno en el campo político-estatal.
Sin embargo, todo parece indicar que el que se hace llamar aún dirigente del PRD no anda por esos senderos. Bien pudiera ser Gómez Mazara un candidato a senador por el Distrito Nscional, pero reiteramos, perece él no está en eso.