Los Mets de Nueva York no lo pueden creer, ni tampoco su legión de fanáticos. Por segundo año en forma consecutiva, la escuadra de la Gran Manzana se encuentra muy cerca de perder el chance de clasificar a la postemporada por una razón muy similar a la que les afectó en el 2007.

El relevo ha colapsado dramáticamente como también lo ha hecho la ofensiva del equipo azul con naranja.

Un bullpen maltrecho que ha visto a sus relevistas perder 35 partidos en lo que va del año, eso sin contar todas las oportunidades de salvamento estropeadas, ha sido la carta que ha identificado a los dirigidos por Jerry Manuel.

 Pero la culpa de la pérdida de su ventaja, que antes de la acción de anoche era de empate con los Cerveceros de Milwaukee por el wild card del viejo circuito, no se le puede atribuir en exclusiva a los relevistas del conjunto.

La ofensiva de peloteros clave ha estado ausente durante todo el mes de septiembre… de principio a fin.

El torpedero José Reyes, considerado la bujía inspiradora de los Mets, solo ha bateado para .256 en lo que va de mes, mientras se ha ponchado en 14 ocasiones de 90 turnos al bate.

El intermedista regular Luis Castillo perdió su puesto al no producir nada en lo absoluto, como indica su promedio de .111 en los 14 juegos que consumió antes de perder la posición y ser relegado a la banca.

Las lesiones han ayudado poco a los neoyorquinos, como quedó evidenciado con la salida del jardinero dominicano Fernando Tatis con problemas en el hombro.

Y la lista sigue extensamente por todos lados con una cantidad de problemas que se mantienen aquejando a esta organización.

Decenas de fanáticos salieron llorando del Shea Stadium la noche del miércoles tras la derrota en entradas extras ante los Cachorros de Chicago, cuando no aprovecharon un revés de Filadelfia y de paso se quedaron con un empate con los Cerveceros en el wild card.

¿Se quedarán fuera los Mets o podrán levantarse de alguna manera?