Se reabre escándalo corrupción en Brasil

Se reabre escándalo corrupción en Brasil

Brasilia,(EFE).- Los escándalos de corrupción que el año pasado estallaron en Brasil se reactivaron hoy y alcanzaron de lleno por primera vez a un ministro de Luiz Inácio Lula da Silva, además de salpicar más todavía al titular de Hacienda, Antonio Palocci.

Una denuncia publicada hoy por la revista Istoé comenzó a ser investigada por la Policía Federal, que ya ha citado a declarar al ministro de Turismo, Walfrido Mares Guía, por haber depositado el equivalente a unos 240.000 dólares en las cuentas de las empresas de Marcos Valerio Fernandes.

Este publicista está implicado en todos los casos de corrupción surgidos el año pasado en torno al Gobierno y al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), que habría tejido una red de sobornos en el Congreso para “comprar” la mayoría parlamentaria que las urnas no le dieron a Lula en las elecciones de 2002.

Según una boleta de depósito obtenida por Istoé, Mares Guía hizo el ingreso en las cuentas de Fernandes en efectivo, y el dinero salió de Samos Participaciones, una empresa de su propiedad que tiene como dirección legal su propia residencia.

Mares Guía pertenece al Partido Laborista Brasileño (PTB), que era presidido por el ex diputado Roberto Jefferson, quien en junio pasado abrió la “caja de Pandora” de la corrupción al denunciar los sobornos que el PT supuestamente distribuyó en el Parlamento a través de Fernandes.

El ministro admitió mediante sus portavoces que depositó ese dinero, pero dijo que no sabía que la cuenta era del publicista.

Alegó que se trataba de un préstamo al entonces candidato a senador Eduardo Azeredo, del ahora opositor Partido de la Social Democracia (PSDB), quien el año pasado renunció a la presidencia de esa fuerza política tras descubrirse sus relaciones con Fernandes.

Mares Guía es el primer ministro de Lula investigado directamente por la Policía tras admitir que depositó dinero en las cuentas del publicista, por las que se calcula que pasaron en los cuatro últimos años unos 40 millones de dólares, todos de origen dudoso.

Pero además de Mares Guía, hoy también fue salpicado por nuevas denuncias el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, quien el año pasado llegó a estar en el ojo del huracán debido a acusaciones que se remontan a la época en que era alcalde del municipio paulista de Ribeirao Preto (1993-1996 y 2001-2002).

Rogerio Buratti, uno de sus colaboradores en la alcaldía, acusó a Palocci de recibir comisiones de empresas recolectoras de basura a cambio de firmar y renovar sus contratos.

Las denuncias datan del año pasado, pero Buratti las ha reforzado y ha dado nuevas pistas a la Policía.

Según la revista Veja, Buratti ha dicho a las autoridades que Palocci negociaba las comisiones en persona y que no todo el dinero era para financiar campañas del PT, como se dijo el año pasado, sino que parte era depositado en las cuentas del actual ministro.

El senador Efraim Moraes, del opositor Partido del Frente Liberal (PFL), dijo hoy que las nuevas denuncias son muy graves y que el ex colaborador de Palocci deberá ser citado para aclararlas ante una de las comisiones parlamentarias que investigan las corruptelas.

Según fuentes políticas, pasado el receso que imponen en Brasil las fiestas de Año Nuevo y Carnaval, los escándalos pueden cobrar nueva fuerza, sobre todo ante las elecciones presidenciales del 1 de octubre próximo.

Leña a ese fuego podría aportar Marcos Valerio Fernandes, que de acuerdo a la revista Istoé está dispuesto a revelar muchos secretos que guarda a cambio de evitar o minimizar la pena que le pueden dar los tribunales por sus turbias operaciones.

En el Gobierno hoy no hubo reacciones a ninguna de las denuncias, que comenzarán a ventilarse en el Congreso el próximo lunes, cuando Lula partirá hacia Londres, donde permanecerá hasta el jueves en visita de Estado. 

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