Se reanudó ayer el suministro de gas licuado

Se reanudó ayer el suministro de gas licuado

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Las grandes distribuidoras Propagas y Tropigas reanudaron ayer el despacho de gas licuado de petróleo (GLP) en esta capital, con la entrada de más de 50 envasadoras, pero aun se mantenían largas colas de clientes en busca del carburante. Administradores de  plantas entrevistados afirmaron que mantendrán el servicio de manera continua.

Envasadoras que tenían dos y tres semanas cerradas, como las Propagas de las avenida San Martín con Peña Batlle, la de la Moca con Nicolás de Ovando, la de la Pedro Livio Cedeño con Moca y la Roberto Pastoriza, comenzaron a operar a partir de las 6:00 de la mañana.

Muchas de estas distribuidoras, que al igual que la importadora de GLP Coastal pertenecen al Grupo Propagas, dieron vacaciones a sus empleados durante la crisis del carburante, declararon ayer trabajadores que afirmaron haberse incorporado a sus labores.

Pueblogas de la Nicolás de Ovando, en Villas Agrícolas, tenía más de tres semanas sin suministro y sus empleados dijeron a redactores de HOY que no venderían gas propano hasta que las nuevas autoridades gubernamentales asuman el poder. Sin embargo, desde ayer la planta abrió sus puertas y comenzó a distribuir los 10,000 galones del combustible que les llegaron.

Posteriormente, la venta fue suspendida. Según personas que hacían fila se ordenó cerrar a las 11:00 de la mañana, debido una pelea entre personas que compraban gas. El personal manifestó que pararon la distribución porque se agotó el producto, tras indicar que esperaban un nuevo cargamento para las 4:00 de la tarde.

Mientras que Propagas de la San Martín en el ensanche La Fe tenía dos semanas sin despachar gas y según su administrador estaban de vacaciones. Esta planta, que no solía suspender el servicio, informaba a su clientela en un viejo letrero de cartón: «No hay gas». Hasta ayer en la mañana, cuando recibió 6,000 galones de ga. Antes del mediodía le llegaron más de 2,000 galones. Empero, la envasadora tuvo que comenzar a operar con las tres puertas cerradas, para impedir desórdenes, y se dejaba entrar a los clientes por grupos de cinco.

Entretanto, afuera las amas de casas denunciaban que los empleados de la envasadora Propagas de la San Martín les quitaban los turnos para dárselos a personas que les pagaban para que les llenen los cilindros. El «molote» y las riñas continuaron a medida que la gente se desesperaba sin lograr entrar infructuosamente. A las 2:30 de la tarde los propios empleados lanzaron un cilindro de gas hacia fuera, por encima de la puerta, con el que hirieron en el rostro al señor Antonio del Cos, de unos 72 años. El hombre debió ser llevado a un centro médico de emergencia. Según testigos, el empleado que tiró el tanque de gas que lo hirió actuó molesto ante la insistencia de la gente por conseguir gas.

«Todo esto es un desastre. Los empleados cogen dinero por la puerta de salida para dejar entrar a gente que no esta en fila, mientras uno pasa horas esperando un turno, esto es un abuso y el administrador no hace nada», afirmó Carmen Cabrera.

De su lado, el administrador de la Propagas de la San Martín a quien se le conoce como Pablo, se molestó al observar cómo una multitud empujaba las puertas y la trifulca entre quienes buscaban gas para consumo doméstico, que ordenó paralizar la venta.

Propagas de la Pedro Livio Cedeño volvió a suministrar GLP después de que tenía dos semanas con cerrada. El encargado de la envasadora, Ney Aybar, dijo que en la mañana de este sábado vendieron los 6,000 galones que les enviaron y que esperaban otro camión para la tarde.

Propagas de la Roberto Pastoriza, considerada de servicio continuo, tenía antier alrededor de 12 días sin GLP, pero sus empleados declararon a redactores de este diario que este fin de semana se abastecerían para volver a vender.

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