Se reinician los vuelos supersónicos

Se reinician los vuelos supersónicos

Los aviones súpersónicos, esas aeronaves que prometen realizar viajes a una velocidad impensable, están de regreso.
Para estos fines, algunas compañías aeronáuticas, así como la NASA, proyectan una nueva generación de aviones comerciales de pasajeros capaces de superar la velocidad del sonido y equipados con los últimos adelantos en tecnología, aerodinámica y materiales.
Una década y media después de que el Concorde de Air France y British Airways cesaran sus operaciones en 2003, tras haber sufrido un trágico accidente en 2000 y ver comprometida su viabilidad económica por la subida de gastos y la caída del número de pasajeros, la aviación supersónica parece a punto de despegar de nuevo, con una serie de proyectos de aeronaves.
El futuro del transporte supersónico de pasajeros fue analizado por los impulsores de algunos de estos proyectos en marcha, durante el Fórum del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica, AAIA, (www.aiaa.org) celebrado en junio de 2017 en Denver (Colorado, EEUU).

Los avances en aerodinámica, propulsión y materiales compuestos pueden hacer que los vuelos supersónicos comerciales sea más asequibles y abrir más rutas de viaje que las que ofreció una vez el Concorde, según este panel de ejecutivos reunidos por la AAIA, la sociedad técnica más grande del mundo dedicada a la profesión aeroespacial.
“El vuelo supersónico puede ‘encoger el mundo’ de la misma manera que el vuelo subsónico ha facilitado a las familias las visitas a sus parientes o ha permitido a los ejecutivos hacer viajes de negocios”, según Blake Scholl, fundador y director ejecutivo (CEO) de Boom Technology.
Esta compañía de Colorado, en Estados Unidos está desarrollando un avión de línea, para 55 pasajeros, que viajarán en clase preferente (business class), y será capaz de volar a 2.335 kilómetros por hora, según Boom.
La NASA, por su parte, ha dado un paso significativo en su esfuerzo por hacer que los viajes supersónicos de pasajeros sobre la superficie terrestre sean una posibilidad real, al completar en junio de 2017 un diseño preliminar revisado llamado Transporte Silencioso Supersónico o avión QueSST, según la propia Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense.
Tras completar este diseño preliminar con éxito, ahora la NASA prevé iniciar en 2018 el proceso de adjudicación de un contrato para construir un LBFD o X-plane pilotado que será monomotor, y cuyos vuelos de prueba podrían comenzar en 2021, según la agencia aeroespacial.

Este avión experimental volará sobre distintas comunidades para recolectar los datos necesarios para que los organismos reguladores de la aviación civil puedan autorizar los vuelos de una aeronave supersónica de estas características sobre tierra firme en Estados Unidos y otras partes del mundo, según la NASA.

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