HUNTINGTON, Utah, EE.UU. (AP) — Los rescatistas iniciaron ayer martes la instalación de un aparato de detección sísmica frente a una mina en la que seis mineros —tres de ellos mexicanos— se encuentran atrapados desde hace más de un día con la esperanza de tomar contacto con ellos, dijo uno de los dueños de la mina. 

Una vez instalado el artefacto, las cuadrillas harán explotar dinamita, una señal a los hombres atrapados para que golpeen el techo con martillos, dijo Robert E. Murray, presidente de Murray Energy Corp. de Cleveland, uno de los propietarios de la mina en el cañón Crandall.

 La cancillería de México instruyó a su cónsul en Salt Lake City, Salvador Jiménez, a brindar “la más amplia de las asistencias consulares” a los familiares de los tres mineros presuntamente mexicanos.  Jiménez permanecerá en Huntington para dar todo el apoyo a los familiares de los atrapados, añadió la dependencia en un comunicado emitido en la ciudad de México.  Ariana Sánchez, de 16 años, dijo que su padre Manuel Sánchez, de 42, estaba entre los mineros atrapados.  Los esfuerzos por llegar a los seis mineros atrapados a unos 500 metros debajo de la superficie tomarán al menos tres días, y los socorristas no estaban seguros siquiera si los hombres sobrevivieron, dijo Murray.  Uno de los dueños de la mina negó enérgicamente versiones de que un peligroso método de minado estaba siendo usado cuando ocurrió el desplome.

 Los equipos de rescate trabajaron en turnos durante toda la noche, con socorristas yendo y viniendo por el camino que lleva a la mina en el boscoso Cañón Crandall.  “El progreso ha sido demasiado lento”, dijo Murray.  Si todo sale bien, tomará tres días para llegar a la cámara en la que se piensa que están los mineros”, dijo.