Se retrasa despliegue fuerzas paz al Líbano

Se retrasa despliegue fuerzas paz al Líbano

NUEVA YORK (AFP).- Diez días después de la adopción de la resolución 1701 por el Consejo de Seguridad de la ONU, sigue estancado el despliegue de una fuerza internacional para respaldar a las fuerzas armadas libanesas en el sur de Líbano, a pesar de las advertencias sobre la fragilidad de la tregua.

En Nueva York, los delegados de la ONU sostuvieron discusiones técnicas con Bangladesh, Indonesia, Malasia y Nepal, los escasos países que han manifestado un firme compromiso con el envío de tropas al terreno, de acuerdo a fuentes de la ONU.

Pero una más formal “reunión generadora de tropas”, que la ONU esperaba convocar a comienzos de esta semana, sigue aguardando el resultado de las conversaciones del miércoles en Bruselas de los países de la Unión Europea, que reflexionarán sobre el rol en la fuerza.

Las conversaciones de Bruselas están destinadas a clarificar las contribuciones europeas a la fuerza, la cual se espera se incremente a 15.000 soldados dentro de las semanas posteriores a que sea desplegada una vanguardia de 3.500 hombres.

Hasta ahora, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Lituania, Portugal y España han expresado su voluntad de aportar tropas, pero han quedado lejos de comprometerse con el número de soldados esperados por las Naciones Unidas.

Y aunque se informó que el primer ministro italiano, Romano Prodi, le dijo este lunes al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que Italia estaba “dispuesta a comandar la misión de la ONU”, la oferta parece estar condicionada a una nueva resolución de la ONU. Prodi dijo que deseaba que el Consejo de Seguridad clarificara el mandato de la fuerza, algo que la ONU a dicho repetidamente que no sería necesario.

   La ONU ha expresado que desea tener 3.500 soldados en el terreno para el 28 de agosto, pero pese a los llamados de muchas figuras, incluido Annan, los países europeos han estado hasta ahora reticentes de asumir compromisos firmes.

Se cree que las inquietudes de los europeos se centran en temores de que sus tropas queden atrapadas en nuevos combates entre la milicia chiita de Hezbolá y las fuerzas israelíes, que actualmente están en retirada desde el sur de Líbano.

El desarme de esta milicia respaldada por Irán y Siria es uno de los puntos clave que obstruyen el tema, con Estados Unidos diciendo que es una prioridad, tal como fue delineado en una resolución de la ONU aprobada en 2004.

Bush dijo este lunes que habría una nueva resolución de la ONU para “dar más instrucciones a la fuerza internacional”, lo que levantó confusiones sobre si Washington deseaba otro mandato de la ONU antes del despliegue de las tropas de paz.

   Bush hizo sus comentarios en una conferencia de prensa convocada con anterioridad, pero rápidamente funcionarios de la Casa Blanca advirtieron que el presidente podía haberse expresado mal, y que de inmediato no estaba claro  si Estados Unidos planeaba presentar una nueva resolución a la ONU.

   El embajador estadounidense en la ONU, John Bolton, dijo después que aunque Estados Unidos deseaba ver desarmado a Hezbolá, no existían por ahora planes seguros de presentar una nueva resolución al Consejo de Seguridad.

   Mientras tanto, el gobierno de Líbano intentó el domingo tranquilizar a las naciones europeas que consideran enviar tropas a la región, diciéndoles que creía que Hezbolá estaba firmemente comprometido con el alto al fuego iniciado hace una semana y que castigaría severamente cualquier infracción.

Bush pide  despliegue  “urgente”

WASHINGTON (AP).– El presidente George W. Bush pidió ayer, lunes, un rápido despliegue de una fuerza multinacional en el sur del Líbano, afirmando que «la necesidad es urgente’’.  «La comunidad internacional debe ahora designar al liderazgo de esta nueva fuerza internacional, delinearle claras normas de acción y desplegarla lo más rápido posible para asegurar la paz’’, declaró el mandatario en rueda de prensa en la Casa Blanca. En cuanto a Irak, el presidente dijo que si el gobierno iraquí fracasa, el país se convertirá en «una guarida de terroristas y extremistas’’ que se beneficiarían de las ventas petroleras iraquíes.  «He escuchado mucho de guerra civil y por supuesto eso me preocupa… Los iraquíes quieren un país unido y el liderazgo iraquí está decidido a frustrar los esfuerzos de los extremistas y radicales’’, dijo Bush.

   El presidente admitió que «en ocasiones me siento frustrado. Pero raramente estoy sorprendido. Las guerras nunca son alegría’’. También dijo que la guerra en Irak, con sus atentados diarios y más de 2.600 soldados estadounidenses caídos en combate «está ejerciendo gran presión sobre la psiquis de nuestro país’’.

   Al referirse a Irán, Bush dijo que Estados Unidos está recibiendo «algunas indicaciones’’ de cuál será su respuesta ante los pedidos internacionales para que abandone sus ambiciones nucleares. «Sin embargo, aguardaremos hasta tener una respuesta formal’’, dijo. También señaló que «continuaremos recordando a nuestros amigos y aliados el peligro de un Irán dotado de armas nucleares’’.

   Al aludir a la fuerza multinacional en Líbano, dijo que uno de sus objetivos es impedir a la milicia islámica Jezbolá actuar como «un estado dentro de un estado’’.

   Señaló luego que «Estados Unidos hará su parte’’, aunque no enviará soldados al Líbano. La ayuda consistirá en apoyo logístico, comando, control y datos de inteligencia.

   El presidente expresó sus esperanzas de que Francia enviará más soldados al Líbano. En la actualidad, el gobierno de París ha contribuido con 400 soldados. En una época Líbano fue colonia francesa, y París sigue teniendo influencia en el gobierno de Beirut. Antes de acordarse la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para un cese del fuego entre Israel y Jezbolá, habían circulado versiones de que Francia aportaría miles de soldados a la fuerza internacional. Pero la decisión del gobierno del presidente Jacques Chirac de enviar lo que se considera un magro contingente, ha causado preocupación en Washington y en Israel. Se teme que una fuerza multinacional sin la poderosa presencia de una potencia podría dificultar el cese del fuego y alentar las actividades de Jezbolá.

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