SE REUNE CON ARISTIDE

SE REUNE CON ARISTIDE

MONTERREY, México.— El presidente Hipólito Mejía negó ayer que la iniciativa congresional que busca reformar la ley electoral para establecer la llamada “Ley de Lemas” sea parte de un plan gubernamental para abortar el proceso comicial de mayo próximo, tal como denunció la semana pasada el ex presidente Leonel Fernández.

“Eso tienen que aprobarlo todos los partidos. Si no hay aprobación no hay ley. Eso hay que esperar que lo aprueben”, dijo el gobernante, quien viajó en horas de la tarde de regreso a su país tras participar durante dos días en la Cumbre Extraordinaria de las Américas.

Mejía dijo que se trata de una iniciativa que “tendrá que ir a los organismos correspondientes, si se aprueba”

“No, eso no”, comentó el mandatario a periodistas dominicanos a su llegada al hotel Quinta Real tras la clausura de la Cumbre.

Mejía dijo, asimismo, que fue una “falta de respeto” de Fernández Reyna haber dicho que él se iba del gobierno “por las buenas o por las malas”.

Para Mejía, con ese planteamiento Fernández Reyna trató de demostrar que tiene carácter “cuando en realidad no lo tiene”.

“Eso que él dijo de que se van por las buenas o por las malas, yo no se. Eso es una falta de carácter de él que quiere demostrar que tiene carácter, pero eso es una falta de respeto de él”, expresó el gobernante.

Fernández, nominado a la presidencia por el opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), criticó los esfuerzos de sectores del gubernamental Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por imponer la Ley de Lemas y los vinculó a un plan oficial para hacer abortar las elecciones nacionales.

[b]SATISFECHO[/b]

Ayer, el presidente Mejía dijo que regresa a su país “satisfecho” por los resultados de la cumbre, especialmente por la importancia y variedad de los temas tratados.

Mejía destacó en particular los temas de desarrollo económico y social y ponderó la participación “masiva” de los gobernantes de la región en las discusiones planteadas.

“Se trata de tres temas pesados”, dijo Mejía, al referirse que se debatió sobre “Crecimiento con Equidad”.

El presidente dominicano asistió a un encuentro que encabezó el Presidente de los Estados Unidos, George Bush con los jefes de Estado y de Gobierno del Mercado Común del Caribe (CARICOM), la tarde del lunes, en el hotel Intercontinental.

Bush prometió relanzar su programa “La Tercera Frontera”, a través del cual promoverá en la región programas de salud y educación, así como para combatir el terrorismo, las drogas y la corrupción.

Mejía estuvo aquí acompañado de su esposa Rosa Gómez de Mejía; el canciller Frank Guerrero Prats; Luis González Fabra, director de Prensa; el director de Protocolo, Fausto Sicard Moya; el embajador dominicano en México, Cándido Gerón; el director de Cumbres de la Cancillería, Jesús María Hernández, y el jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, mayor general Carlos Díaz Morfa.

[b]SE REÚNE CON ARISTIDE[/b]

El presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, quien enfrenta un creciente clima de agitación política en su país, se reunió ayer aquí con su homólogo dominicano Hipólito Mejía, con quien acordó reactivar un programa de desarrollo de la frontera común a ambas naciones y garantizar el mantenimiento de buenas relaciones bilaterales.

Aristide, quien habló en rueda de prensa aprovechando un receso en la sesión plenaria de la Cumbre Extraordinaria de las Américas, ratificó, asimismo, que no atenderá las demandas de que renuncie que le hace la oposición y que tiene previsto la celebración de elecciones en su país en un lapso de seis meses.

Aristide ponderó “las buenas relaciones” que ha desarrollado con el presidente Mejía e hizo suyo el lema del mandatario dominicano de que ambos países son “un matrimonio sin divorcio”.

“He dicho que somos las dos alas de un pájaro”, agregó Aristide.

Afirmó que uno de los principales retos de su país, el más pobre del hemisferio occidental, es desarrollar un programa nacional que garantice el progreso social y económico.

Manifestó que su meta es lograr ese desarrollo integral y contrarrestar así el creciente éxodo de haitianos al exterior, en especial a la vecina República Dominicana y Estados Unidos.

“No queremos eso, lo que queremos es que haya paz en Haití y estabilidad para garantizar el crecimiento económico y así mantener a los haitianos en Haití”, dijo Aristide. “A nosotros los haitianos nos gusta quedarnos en Haití, trabajar pacíficamente para lograr el progreso”.

Sostuvo que si en su país hay paz ello beneficia a la República Dominicana, al igual que el fortalecimiento democrático en Santo Domingo beneficia a Haití.

Dijo que la situación que impera hoy en su país genera el éxodo de sus compatriotas a Las Bahamas, Estados Unidos o República Dominicana. Se estima que cerca de un millón de haitianos, en su mayoría indocumentados, residen en la vecina República Dominicana ocupados, mayormente, en la construcción y la industria azucarera.

Aclaró que no trataron de manera concreta el tema fronterizo, pero resaltó la decisión del grupo empresarial dominicano “M”, encabezado por Fernando Capellán, de instalar industrias de zona franca en la frontera.

“El Grupo M del señor Capellán está trabajando fuerte en esto y ha sido muy exitoso lo que se ha visto hasta ahora”, expresó el presidente haitiano.

Sostuvo que la violencia política en su país es una demostración de que los haitianos “estamos haciendo un aprendizaje de la democracia”.

Destacó que se trata de un país que ha vivido gran parte de su historia bajo dictaduras y que carece de un buen sistema de seguridad publica.

En este orden, destacó que la ciudad de Nueva York, con ocho millones de habitantes al igual que Haití, cuenta con unos 62,000 policías para mantener su seguridad. “En Haití apenas contamos con unos 5,000 policías y no tenemos ejercito”, precisó.

Consideró como un gran logro el hecho de que la oposición haitiana hoy pueda hablar y manifestarse en las calles. “Eso es parte de la democracia y tenemos la obligación de respetar las leyes y los principios democráticos”, afirmó.

Aristide dijo que está confiado en que el diálogo se impondrá en su país y ratifico el pedido para que el Mercado Común del Caribe (CARICOM) y la Organización de Estados Américanos (OEA) sirvan de mediadores.

Dijo aun no tiene una fecha fija para convocar a las elecciones, pero aseguró que invitará a observadores internacionales para garantizar la transparencia del proceso.

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