Se reúnen afectados por balas perdidas

Se reúnen afectados por balas perdidas

POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
“Le pido a quienes disparan sus armas al aire en esta temporada que no lo hagan más, que guarden sus armas para que no haya más niños con mi situación,” dijo ayer Joselito Hernández, mientras participaba en un desayuno de confraternidad que organizó la secretaría de Interior y Policía.

De su lado, Vielka Colón, la otra niña de 10 años que sobrevivió a un disparo en la cabeza, pidió a los niños que están en su condición que confíen en Dios, pues él les ayudará a mejorar.

Al desayuno de confraternidad fueron invitadas más de 40 personas que han sido afectadas por balas perdidas. El encuentro fue propicio para que unidos en oración, los presentes pidieran a los que disparan sus armas que se abstengan de disparar al aire.

También estuvo en el encuentro Cristian de Jesús Ruiz, el bebé que ahora tiene cinco meses de edad, pero que fue herido de bala cuando tenía seis días de nacido.  María del Carmen Féliz Mejía es otra de las víctimas de bala perdida. Hace un mes que la operaron en Baní, pero no termina de recuperarse.

En el día de ayer las víctimas de balas perdidas se unificaron para clamar el cese de los disparos al aire.

Consideraron que se debe hacer conciencia en torno a la necesidad de permitir a los dominicanos, pero de forma especial a los niños y niñas, tener unas navidades en paz y tranquilidad sin muertos y lesionados.

Además de Vielka Colón estuvieron en el encuentro, Wisel Mariel Arias Báez, de 9; Joselito Hernández García, de 12; Ileana Amador, de 13 y Deivi Martínez Rojas, de nueve años.

El desayuno de oración fue encabezado por el doctor Roberto Lamarche, subsecretario de Interior y Policía, en el hotel Quinto Centenario y asistieron alrededor de 30 personas heridas por balas perdidas.

La niña Colón, quien estuvo cerca de un mes ingresada en el Hospital General de la Plaza de la Salud manifestó que desea paz y tranquilidad a todos los niños dominicanos y manifestó que tiene la esperanza de que ningún otro menor resulte herido de bala como le ocurrió a ella.

“Pido a los niños que han sido heridos que tengan paciencia que Papa Dios los va a curar”.  En tanto que Wisel Mariel Arias Báez, de nueve años, y quien fuera herida de bala en el cuello el 25 de septiembre en el barrio Invi de Los Mina, pidió a las personas que hacen disparos al aire, que por favor le permitan a los niños del país, tener unas navidades  tranquilas.

“Por favor que paren en estas navidades para que tengamos paz y tranquilidad”, dijo Wisel Mariel.

De su lado, Joselito Hernández García, de 12 años, quien quedó ciego a causa de una herida de bala en el ojo izquierdo, cuando dormía en la casa de su abuela, pidió el cese de los disparos al aire.

Consideró que ningún otro niño dominicano debe resultar herido de bala y mucho durante las navidades para que ninguna familia sufra el dolor de ver uno de sus hijos baleado.

Todos coincidieron en que la sociedad debe hacer conciencia de los sufrimiento que generan las balas perdidas en las víctimas y en sus familiares.

Asimismo, Ileana Amador, de 13 años, herida de bala en el cuello el 13 de agosto en el sector La Agustinita, dijo que no hay razón para que ninguna persona haga disparos al aire sin saber a quien podrá herir.

Pidió a las autoridades actuar con energía frente a los que disparan al aire y causan muertes y heridas.

La familia de Deivi Martínez Rojas, de 9 años, todavía no se recupera de la tragedia del pequeño, fue al desayuno y era evidente la tristeza de su abuela y de su madre.

Martínez Rojas fue a la actividad y estuvo siempre en su silla de rueda a causa de la lesión que sufrió en la cabeza el 23 de noviembre pasado.

También estuvo en el acto Joel Roberto Santana, hijo del segundo teniente Roberto Santana Peguero, asesinado a tiros en Guerra por un raso de la Marina de Guerra y otro de la Policía que le robaron su arma de reglamento y una motocicleta.

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