¿Se salvó Judas Iscariote?

¿Se salvó Judas Iscariote?

SAMUEL SANTANA
El mundo cristiano y protestante se encuentran en revuelo en estos momentos ante el trabajo realizado por la revista Nacional Geographic sobre el llamado Evangelio Según Judas mediante el cual reivindica a este controversial personaje del Nuevo Testamento.

En el documento, encontrado en el 1978, cerca de la localidad de Beni Masar, Egipto, se presenta a Judas Iscariote como el discípulo especial de Jesús, quien debe cumplir la odiosa y difícil misión de entregarlo para ser enjuiciado.

Judas se resiste a ejecutar este acto, pero es el mismo Jesús quien lo conmina a tener que cumplir lo que estaba establecido a fin de “liberar la chispa divina que había dentro del hombre humano.

Según lo planteado en el texto, Judas no es el hombre perverso y malvado que se ha proyectado a lo largo de la historia del cristianismo, sino, más bien, un hombre benévolo que es conminado a tomar una decisión difícil para ayudar a salvar la raza hu Alrededor de Judas se teje una trayectoria muy difícil de descifrar.

El fue uno de los doce hombres que Jesús escogió para que se constituyeran en sus discípulos y apóstoles. En el Nuevo Testamento se le da el calificativo de Iscariote para distinguirlo de otro apóstol que llevaba su mismo nombre (Juan 14:22).

En cuanto a su decisión de seguir a Cristo hay muchas especulaciones. Se afirma que él era miembro de los celotes, que era un grupo político revolucionario que abogaba por la liberación de Israel de mano del Imperio Romana.

Basado en esta creencia se piensa que siguió a Jesús por descubrir en él cualidades y condiciones para ser el líder perfecto a favor de su causa.

Dos cosas se aprecia en la Biblia que hizo Judas que denotan claramente cual era la valoración que tenía hacia Jesús y cual era su carácter.

Cuando María de Betania rompió el vaso de alabastro para ungir el cuerpo de Jesús, Judas le salió al paso con gran ímpetu reprochándole por lo que él entendía era un desperdicio.

Consideró que ese perfume tan caro debió venderse y darse el dinero a los pobres. Pero  se afirma que eso lo dijo porque era el encargado del tesoro de Jesús, del cual sustraía  monedas (Juan 12:5-6).

Se trata de dos hechos que ameritan de una explicación profunda. No es una especulación de parte de Juan el escritor porque sería poner en dudas la objetividad de su propio escrito y su misma condición de hombre piadoso. Se trató de un hecho evidente. Judas le robaba al mismo Jesús.

Aparte de utilizar a los pobres como argumento populista para cumplir su cometido, lo peor de todo es que coloca el valor de su Maestro por debajo de algo puramente material.

¿Como desligar uno ese amor por lo material con la transacción que hace con los principales sacerdotes? Treinta monedas de plata era el valor que se pagaba por un esclavo.

El escritor Juan dice que fue el Diablo quien puso en el corazón de Judas entregar a Cristo. (Juan 13.2).

Según se aprecia en los evangelios, sólo Jesús conocía lo que había en el corazón de Judas, y por eso lo puso de manifiesto entre los discípulos el día de la Santa Cena. Lo mismo ocurrió con la negación de Pedro.

En cuanto a la posibilidad de la salvación para Judas, uno podría pensar que el suicidio que cometido por él fue producto de una depresión profunda y de un dolor inaguantable por haber entregado a su Maestro, que el dolor sobrepasó al razonamiento. Se diría que Dios comprendió esto y que, por lo tanto, lo perdonó.

Empero hay otro dato muy perturbador.

Cuando Jesús hace la oración por sus discípulos (Juan 17),

él afirma que ninguno de ellos se perdió, excepto el “hijo de perdición”, refiriéndose a Judas. (V.12).

¿Tiene esta perdición que ver con su posición como apóstol o con la eternidad?

De todas formas, es interesante el debate que se da con todo esto. Primero porque todo esto comprueba la existencia real de Jesús y, segundo, porque la atención del mundo sigue fijándose en él como figura de gran impacto en el pensamiento y corazón humano.

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