BOGOTA (AFP).- Las denuncias sobre nuevas incursiones de militares venezolanos en Colombia para castigar atropellos de irregulares de ese país volvieron a elevar la tensión entre los gobiernos de Bogotá y Caracas y tiene enfrentados a los militares de ambas naciones.

El embajador de Venezuela, Carlos Santiago, negó este domingo que la Guardia de su país penetrara el viernes en la población de Montelara (en La Guajira) persiguiendo a ladrones de vehículos, se enfrentara a paramilitares, destruyera casas y detuviera a cinco pobladores, como dijo el comandante del Ejército colombiano, general Martín Carreño.

«Niego categóricamente que fuerzas de tierra venezolanas hayan penetrado a territorio colombiano y que aeronaves venezolanas hayan violado el espacio aéreo colombiano. Eso es totalmente falso», aseguró Santiago durante una rueda de prensa en la capital colombiana.

Santiago calificó esta versión de invento de narcotraficantes afectados por el decomiso en Venezuela de 4.000 kilos de cocaína procedentes de Colombia y apoyó la versión del comandante de la GN en el estado de Zulia, general Castor Pérez, en el sentido de que sus hombres nunca ingresaron a territorio colombiano.

«Eso es falso. Nuestros helicópteros sí estuvieron patrullando muy cerca de la zona, a escasos 500 metros de la región fronteriza, y la información que nos llegó es que había una población (…) con columnas de humo pero no sabemos qué pasó allí», dijo Pérez la víspera.

El coronel Carlos Velásquez, comandante del Batallón Cartagena del Ejército colombiano, aseguró que los militares venezolanos no sólo llegaron hasta la población colombiana, sino que detuvieron a cinco pobladores identificados que permanecen en una guarnición de ese país.

Velásquez, que tiene a su cargo la vigilancia de la fronteriza Serranía del Perijá, aseguró que los 150 habitantes de Montelara denunciaron el sábado los atropellos de Venezuela ante la cancillería colombiana.

Montelara es uno de los caseríos de la frontera entre el estado venezolano de Zulia y el departamento colombiano de La Guajira, por donde ingresa gasolina de contrabando que, según denuncias de las autoridades, es controlada por los grupos armados ilegales.

El embajador Santiago reconoció que la GN sí realizó unas capturas: «hubo detenidos especialmente de los paramilitares pero en territorio venezolano. Y en ese enfrentamiento se dice que resultó herido un jefe paramilitar de la zona, creo que lo llaman El Cachaco».

Venezuela ha denunciado que siete efectivos de la Guardia Nacional murieron en el último mes en la frontera con Colombia en enfrentamientos con irregulares de ese país.

Por su parte, campesinos de dos poblaciones del noreste de Colombia, Saravena (Arauca) y Tibú (Norte de Santander), denunciaron que el sábado 20 de diciembre unos 20 militares venezolanos ingresaron ilegalmente en un helicóptero a territorio colombiano y arremetieron contra habitantes de la zona.

Según las autoridades venezolanas, en el fronterizo estado de Táchira tres miembros de la GN fueron asesinados el 18 de diciembre, al parecer por paramilitares colombianos. Otros cuatro militares perdieron la vida un día después en Tresbocas, Zulia, en otro ataque atribuido a los paramilitares.

Venezuela y Colombia comparten una frontera común de más de 2.200 kilómetros, plagada de guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y el hampa común.