Madrid. De los Servicios de Hoy. El auge económico de España tras adoptar el euro en 1999 la convirtió en tierra de oportunidades para millones de trabajadores latinoamericanos que emigraron al país ibérico.
Desde que la década de prosperidad de la economía de España terminó hace cuatro años, están invirtiendo en América Latina, acompañadas de un creciente número de desilusionados españoles que creen en esta región, con sus economías en desarrollo y un menor costo de vida.
Tradicionalmente los españoles no emigran y son los europeos que menos salen al extranjero a trabajar. Pero con una tasa de desempleo del 25%, cada vez están más dispuestos a probar suerte en otras tierras, indica una publicación de Reuters.
«Europa está hecha toda una mierda», dijo Xavi Berdala, ex fotógrafo de 45 años que se mudó desde Barcelona a México para abrir una pizzería.
«La gente la ve ahora (a Latinoamérica) con más respeto, con más posibilidades», agregó.
En la publicación de Reuters se indica que aproximadamente, unas 370,000 personas emigraron de España en el 2011, diez veces más que antes de que la economía sufriera el azote de la crisis del 2008-2009.
Aunque cerca del 86% eran inmigrantes naturalizados que nacieron fuera de España, también hay un creciente número de españoles nativos diciendo «ya basta». Por encima de 50,000 dejaron su país el año pasado, un 80% más que antes de la crisis.
De ellos, más de 9,000 viajaron a América Latina, comparado con 3,600 en 2006, dijo Jesús Fernández Huertas del organismo español Fedea, basado en cifras de la oficina nacional de estadísticas.
Las razones para irse son claras. La economía de España está en recesión por segunda vez desde el 2009 y la mitad de los residentes menores de 25 años que buscan un empleo no lo encuentran.
Más de una de cada 5 personas viven debajo de la línea de pobreza y los beneficios por desempleo terminan después de 30 meses.
«La situación en España mejoraría hacia el 2018 y ya voy a tener 40 años», dijo Olmo del Paso, un camarógrafo que dejó España este mes para irse a Uruguay después de estar desempleado dos años y verse obligado a regresar a vivir con su madre en el pequeño pueblo de Palencia.
Cuando un hotel en Montevideo le ofreció un puesto de empleado de mantenimiento durante el verano, el hombre de 34 años hizo sus maletas y compró un boleto de ida al país sudamericano.
España proyectó en su presupuesto del 2013 una contracción del 0.5%, pero la mayoría de los economistas opina que es una visión muy optimista. El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía caiga un 1.5% este año y otro 1.3% en el 2013.
En contraste, el FMI proyecta para el próximo año un crecimiento del 3.9% para la región de Latinoamérica y el Caribe.
Entre el 2007 y el 2011, el número de españoles nativos que emigró a Chile subió en un 144%, a México en un 129%, a Venezuela en un 114%, y a Brasil -la mayor economía de Latinoamérica- en un 227%.
Los españoles que se mudaron a Ecuador aumentaron un 467%. Muchos ecuatorianos que habían emigrado a España para trabajar en la entonces floreciente industria de la construcción, que ahora está en crisis, están regresando, algunos con parejas nacidas en España y sus hijos.
«Es lamentable que los mismos ecuatorianos se estén devolviendo porque esa gente se fue a España como yo me he venido, porque no hay trabajo y se vive mal», dijo Miguel Sánchez, un ex trabajador de la construcción de 42 años que regresó a su país junto con su esposa e hijo en el 2010.
En España, Sánchez estuvo desempleado durante ocho meses luego de la explosión de la burbuja hipotecaria en el 2008. En Ecuador trabaja como guardaespaldas de un empresario en la ciudad de Guayaquil.
Y menos latinoamericanos están emigrando a España. En el 2007 casi 314,000 se convirtieron en residentes legales y para el 2011 el número fue de 119,416, según cifras oficiales.
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Presión intensa
España actualmente es el centro de la prolongada crisis de deuda que estremece a Europa, está bajo una intensa presión para reducir su déficit público y demostrarles a preocupados inversionistas que puede ordenar sus finanzas. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha respondido a la crisis recortando el gasto, lo que ha repercutido en la educación y esquemas de entrenamiento, como pasantías respaldadas por el Estado.