Señala causas aumento abortos

Señala causas aumento abortos

POR FIOR GIL
El coordinador de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario, atribuyó ayer a la falta de educación, orientación familiar y a la publicidad vulgar que fomenta “la sexualidad barata” la gran cantidad de abortos que se provocan mujeres adolescentes.

Al mismo tiempo considera que el hecho de que se produzcan tantos abortos por iniciativas de las mismas muchachas o quizás de sus familiares y luego tengan que acudir a los hospitales, indica el grado de inconsciencia que hay en la población con respecto a lo que es el valor de la vida.

“Significa entonces, que se aprecia muy poco lo que es la vida y eso es muy peligroso porque el que mata a una criatura que todavía está en el seno de su madre no tendría ninguna objeción si puede lograr la impunidad de matar a una persona que ya ha nacido o salido a luz”, dijo Rosario al referirse a las estadísticas que indican que la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia registró en un año 6,000 abortos, el 80 por ciento provocados correspondiendo una parte considerable a adolescentes entre 15 y 19 años de edad.

Rosario afirmó que esas estadísticas de abortos indican también que en el país no hay la suficiente orientación de parte de la familia y que esta muchas veces comparte el criterio que induce a las adolescentes al aborto.

Dijo que también demuestra el grado de deterioro en que se encuentra el matrimonio y la familia “porque si no hay matrimonio o familia que sepa orientar a las nuevas  generaciones prácticamente se cae en un caos e indica la perdida de valor de la sexualidad al no apreciarse como la expresión de amor en forma de proyecto sino que tiene como una cuestión de pasa tiempo o un juego”.

El padre Rosario, en declaraciones a este diario, lamentó que los recursos publicitarios tanto del Estado como particular ponen a disposición las píldoras anticonceptivas y los condones, en lugar de hacer esfuerzos para educar a las muchachas.

Dijo que esos abortos significan también que se ha abusado del uso de publicidad barata para promocionar los estimulantes sexuales, no sólo en la publicidad especializada sino que se ha llevado hasta en el deporte.

“Es lamentable que hasta en un deporte, como es la pelota, se estén promocionando artículos que fomentan una sexualidad barata en una forma vulgar e irrespetuosa, porque se le falta el respeto no, sólo a los niños y niñas y a las familias que ven los juegos o que están presentes, sino a toda la sociedad”, expresó el coordinador de la Pastoral Familiar.

Dijo que esa promoción lo que hace es arrabalizar la publicidad hasta el punto de considerarla como una especie de artículo que puede ser utilizada de cualquier manera.

“En eso de que se produzcan esos abortos por iniciativa personal o en clínicas es una manifestación de la educación sexual que existe en el país que a la corta o a la larga la que sale perdiendo es la sociedad y que va a tener como resultado una serie de muchachos y muchachas que nacen sin la debida protección y orientación familiar y por lo tanto van a incursionar en el campo de la delincuencia, la violencia y al sexo sin ningún criterio”.

Calificó como una idiotez que algunos sectores favorezcan el uso de condones o anticonceptivos para evitar los embarazos en adolescentes porque eso significa fomentar la sexualidad a destiempo y dijo que lo fundamental es la educación que debe ser llevada a la familia, a las escuelas y a los medios de educación.

Rosario sugirió el control en la promoción de artículos para sexualidad que están en el mercado de una forma permanente y que aturden e insensibilizan a los adolescentes que todavía no tienen una debida orientación o le falta experiencia. 

Criticó que en muchos centros médicos privados se practican abortos a pesar de que esa práctica constituye un crimen.

De acuerdo con un trabajo publicado ayer en este diario la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia registró en un año 6,000 abortos, el 80 por ciento provocados, correspondiendo una parte considerable a adolescentes entre 15 y 19 años de edad. Asimismo, el centro registró, en el año 2006, 21 muertes maternas, de las cuales 17 fueron referidas desde Barahona, Pedernales, Jimaní, La Romana e Higüey, siete eran mujeres que llegaron desde Haití sin historial clínico.

Los datos fueron ofrecidos ayer por el doctor Juan Cid Troncoso, director de la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, el principal centro de referimiento que tiene el país.

La situación ha alarmado a las autoridades, quienes han contabilizado que de los 6,000 abortos, el 80 por ciento fueron interrupciones provocadas por fármacos que llegaron con manipulaciones realizadas por la persona afectada. Los abortos constituyen la tercera parte del número de pacientes y embarazos que recibe el centro de salud.

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