Ciudad del Vaticano. La situación que atraviesa Venezuela está adquiriendo un nivel “dramático” y la solución “verdadera” es la de la celebración de elecciones, según el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.
“Yo ya lo he dicho y aquí lo repito, que en este punto la solución verdadera es la de las elecciones- dar al pueblo la posibilidad de expresarse según lo que quiera”, declaró el cardenal, según informa hoy Radio Vaticano.
El secretario de Estado dijo que ese recurso a las urnas significa “volver a dar la soberanía al pueblo y permitirle determinar su presente y su futuro». “Nosotros esperamos que se dé siempre la posibilidad”, agregó en relación con la oportunidad de que el Vaticano preste sus oficios de mediación para superar la situación en Venezuela.
“Porque en el caso de que se abriera una (posibilidad) querría decir que la situación, en cierto sentido, es mejor”, dijo Parolin al margen de un encuentro celebrado ayer en Roma y del que hoy informó Radio Vaticano. “Por lo tanto, no podemos más que expresar nuestra esperanza de que esto suceda, porque aquello está convirtiéndose en (algo) verdaderamente dramático y corre el riesgo de ser aún más dramático”, dijo el cardenal. El pasado 6 de mayo la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) informó de que el papa escribió una carta a los obispos venezolanos en la que les instaba a hacer todo lo posible para que en el país sudamericano se establezcan puentes entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y sus opositores, a fin de conseguir soluciones a la crisis nacional.
“Igual que ustedes, estoy persuadido de que los grandes problemas de Venezuela se pueden solucionar si hay voluntad de establecer puentes, de dialogar seriamente y de cumplir con los acuerdos alcanzados. Les exhorto a seguir haciendo todo lo necesario para que este difícil camino sea posible”, manifestó el papa en esa carta. El pasado 30 de abril, el papa Francisco hizo un llamamiento al Gobierno y a la sociedad venezolana para evitar que haya más violencia y pidió “soluciones negociadas” y respeto de los derechos humanos en un país en “grave crisis humanitaria».