El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró ayer que el presidente Donald Trump no “quiere una guerra” con Irán aunque advirtió de que están listos si Teherán toma una “mala decisión». “Estamos allí para disuadir la agresión.
El presidente Trump no quiere la guerra”, dijo Pompeo a la prensa en Tampa (Florida) a la salida de una reunión en el Comando Central de EE.UU., responsable de las operaciones militares en el Medio Oriente, incluido Irán.
Este encuentro llega un día después de que el secretario de Defensa en funciones de EE.UU., Patrick Shanahan, aprobara el envío de unos 1,000 militares a Oriente Medio con propósitos “defensivos» para hacer frente a las “amenazas” de Irán contra intereses estadounidenses.
Irán tampoco
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Ruhani, afirmó que Teherán no busca guerra contra ningún país, aunque insistió en que su país podrá soportar la creciente presión de EEUU y saldrá victorioso. Ruhani dijo que “toda la nación iraní es unánime en hacer frente» a la presión de Estados Unidos, y que “el final de esta batalla verá la victoria de la nación iraní».
La escalada de tensiones se produjo tras aparentes ataques la semana pasada contra 2 petroleros cerca del Estrecho de Ormuz.